domingo, 23 de agosto de 2015

El tour de la crisis de Europa


La crisis migratoria en Europa está muy clara: las rutas son divulgadas por la TV. Una vía: se recogen a los migrantes frente a las costas de Libia, ¿se acuerdan? El país petrolero en manos de un beduino que acampaba con su jaima en una villa de Roma debía entregar sus planes a Occidente o en poco tiempo sería asesinado por una revolución victoriosa, la misma por la que brindaron en Trípoli los máximos líderes de Francia y el Reino Unido y que en un tiempo muy corto asfixiaba en Bengasi al embajador norteamericano y luego tendría dos gobiernos rivales para organizar la expulsión de subsaharianos. La vía libia para estos migrantes incluye numerosos barcos que los llevan hasta Sicilia. De ahí a Francia y allí al Paso de Calais para amenazar a Londres. ¿Cuántos muertos, heridos y destrozados de alma no podrán alcanzar el Támesis? No importa, el tour tiene sus arriesgadas aventuras, pero ya no veremos el antiguo cementerio con nacionalidad italiana en la isla de Lampedusa. Tampoco habrá sangre fosilizada en las alambradas de Ceuta o de Melilla ni nos asustarán los sobresaltos de los cayucos que arribaban a Canarias. Ahora todo está muchísimo mejor planificado y con mayor seguridad. ¿Acaso no nos apenábamos por el dolor de tanta gente que emigra de sus riquísimos países? Sabemos que Occidente no les permite a ellos saborear el dulce néctar del neocolonialismo y aquí estábamos esperándolos.

La segunda vía, la más cercana a la frontera europea, apenas a unos cuantos metros de Turquía y a la que extrañamente nunca vimos en el mapa de las mafias es la turística isla griega de Kos en el mar Egeo. Allí arriban por miles con sus niños pequeños o en brazos procedentes de Irak, Afganistán, Siria, ¿recuerdan las guerras desatadas en esos países por intereses bien conocidos? Tres países igualmente ricos en materias primas y por la zona geoestratégica con que la Naturaleza y el coloniaje los bautizó y de los que ya no se sabe si valen más sus ruinas babilonias y la excelsa Palmira o el nuevo rol asignado a sus habitantes. La vía griega incluye un ferry que los lleva hasta Atenas, después en autobuses hasta Macedonia, donde reciben algunos porrazos y ráfagas de gases lacrimógenos. Pero tampoco importa, ya estos viajeros llevan una memoria de tantos golpes en su historia que unos más no se echan a ver. Tras atravesar la línea militar macedonia son dirigidos a un tren que debe llevarlos a Serbia y de ahí al muro que Hungría levanta, ¿no se habrán olvidado del famoso muro de Berlín, verdad? Pues uno más y en terreno ya conquistado no posee ninguna relevancia, además, el destino quiere llevar a estos inmigrantes hasta Alemania y Suecia, al Norte del continente. Pero seguro que muchos se quedarán en Austria o en otros pueblos del corazón de Europa, excepto en Eslovaquia, que ya ha dicho que sólo aceptará sirios cristianos. ¿Y qué dirán Austria, Alemania, Suecia y el resto del Norte? No parece, hasta el momento, que pondrán muchos escollos. Los inmigrantes pobres y desesperados no van a vivir en las lujosas urbanizaciones de esos países. Esta nueva ola del horror humano se asentará en míseras condiciones junto a las clases más desfavorecidas de los pueblos adonde se queden y allí habrán de espabilarse para sobrevivir junto a los sectores marginados por la crisis europea. ¿Tendrán problemas? Por supuesto, y muchos, porque también tendrán problemas con ellos los pueblos que los acojan. ¿Acaso se reforzará el racismo? ¿Acaso los europeos sabrán distinguir que los inmigrantes sólo son un síntoma de la enfermedad del Sistema y no la enfermedad en sí con que el Sistema los mata a ambos?

Nadie de los organizadores del tour se atreve a hablar de fascismo. Parece que eso sucede cuando la razón no puede más con su ingente corazón independiente. No hay otra vía para desplazar a los conflictos sociales que priman en muchos pueblos de Europa, sobre todo en aquellos donde el sueño de ser independientes cubren las falacias de sus promotores. ¿Han escuchado bien? Falacias porque después del trato dado a Grecia por Europa, si queremos ver de verdad la enfermedad del Sistema Capitalista de explotación, parecerá que los pueblos sólo sirven para angustiarse, pelearse y fracasar. El tour de la crisis migratoria es el tour de la crisis de Europa y el tour de force de nuestra humanidad.

viernes, 21 de agosto de 2015

Por qué no hablar, por qué no participar, de la Política


Mientras “los políticos” se entretienen con la “Política”, buscan y proporcionan a “los no políticos”, es decir, la inmensa mayoría de la población, otros pasatiempos. Así, una parte cada vez mayor se enajena con el Fútbol, los reality show, la fortuna y la gran vida de los demás. Es enajenación, sí, pero también es sabiduría popular, porque para pasar el tiempo está montado todo el Sistema donde la real Política ni los reales políticos cuentan. De esta manera, “los políticos” nos hacen y nos deshacen en las tantísimas instituciones “sin ánimos de lucro” que crean cada vez con mayor rapidez y donde se “rompen” la cabeza discutiendo qué otra cosa más pueden hacer por “nosotros” sin que apenas nos enteremos, porque si bien es cierto que algunas veces podemos acceder al Parlamento de Estrasburgo, al Congreso o al Senado de Madrid, al Parlament de Catalunya o a los Plenos de los Ayuntamientos de los pueblos donde vivimos, todos sabemos que casi nunca tenemos tiempo o ganas de asistir a ver qué hay. Total, ¿para qué ver lo que luego los Medios se encargan de sintetizarnos lo que debemos saber para portarnos como buenos ciudadanos sin tener más problemas? Es que ya tenemos tantos por la sabia ocurrencia de
“los políticos”. Por eso unos eligen hablar y participar de las Artes, otros, de la familia, el trabajo -si lo tienen-, sus aficiones y la buena relación con amigos y vecinos. La Política es caso cerrado.

Habría que buscarle un trabajo a “los políticos”, un trabajo de verdad, cualquiera, pero uno donde pudieran generar buenas ideas para el propio trabajo que hacen, sus valores y sus consecuencias para el día a día del tiempo que se va irremediablemente mientras reímos o lloramos.

Hoy todos los Medios de Comunicación nos dicen que “CIU, ERC y la CUP están presionando a Ada Colau para que convoque un Pleno en el Ayuntamiento de Barcelona donde se discuta la adhesión de la ciudad a la Asociación de Municipios por la Independencia”, como si ya Catalunya entera no estuviera llena de esteladas y hay que obligar a Barcelona a unirse a una Asociación. Con tantos problemas reales de la gente que está enfrentando el grupo Barcelona en Comú que gobierna en el consistorio desde hace apenas 3 meses, ahora recibe otro que amenaza con romper la coalición por la justicia social que arribó a la institución. ¿No tienen estos “políticos” de la oposición algo en qué colaborar para mejorar la vida diaria de la gente que trabaja y le paga sus altos salarios para que hagan eso y no para satisfacer sus entrañables necesidades? Con la más alta precisión podría decirse que asistimos a un hecho lamentable, a otro hecho lamentable de “los políticos”. Todos sabemos, “los políticos y los no políticos”, que la independencia de Catalunya de España -y para muchos también de Bruselas si se quiere realmente la independencia-, es un tema muy sensible para gran parte de los catalanes y más bien que mal el resto de la población los hemos apoyado, pero, no es el único tema, pues hay muchísimos, y algunos muy asociados a ese, que revisten grandes contradicciones en la gente, ¿para qué entonces buscarle a ese gran tema mayores contradicciones de las que ya tiene? ¿Es que algunos no quieren que se resuelva? Esta actitud de CIU, ERC y la CUP presionando a la extraordinaria Barcelona en Comú es lo más semejante.

Cuando un pueblo no abre el caso cerrado de la Política, ese pueblo está condenado a no resolver ninguno de sus problemas, por más ingentes que sean. Lo vemos con el fracaso de “las revoluciones” árabes pilotadas por la OTAN, el fratricidio por el Maidan ucraniano provocado por los Estados Unidos y la Unión Europea, la turbulencia in crescendo de Grecia dirigida desde el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, la “plaga” -según el primer ministro inglés- de inmigrantes que “amenazan” en Calais, o “las alimañas” que son gaseadas en Macedonia antes de chocar con las alambradas de Hungría en su dirección a Alemania. Son los mayores impactos al status quo imperante en Europa. Todo esto es muy triste. Pues igualmente puede tornarse el otro gran impacto en Europa: el proceso soberanista catalán. Que Europa sea explicable en el siglo XXI depende de que todos abramos la Política.

jueves, 20 de agosto de 2015

La estaca de Hamlet


A muchos de los que participamos en el 9N nos faltan respuestas. No tenemos claro si de verdad las elecciones del 27S son autonómicas o plebiscitarias. Cuando se presentó la lista Junts pel sí, Romeva dijo que no estaba claro que Mas sería el president si ganaban las elecciones, pero rápidamente fue rectificado: “eso está muy claro, Mas será el president.” Se trata de un pacto entre CDC y ERC donde estas dos formaciones lo acordaron además de que el 60% de los escaños lo ocuparían miembros de CDC y el 40% restante serían para ERC. Ahora el propio Romeva lo aclara después de asimilarlo muy bien al escuchar a David Fernández, el histórico de la CUP: "el proceso a la independencia no le pertenece a nadie, es del pueblo". Esta es la cuestión. Todos somos el príncipe Hamlet con su ser o no ser, y hasta que ese principio no lo asuma el pueblo cabalmente, de muy poco nos serviran las estimulaciones de Mas a pensar que Catalunya está en Dinamarca.
Por estos días el cantautor Lluis Llach, el de la notable “estaca” por el cambio y gran admirador de la CUP, aparta sus preferencias independentistas y lo ve todo más claro presentándose con Junts pel sí porque, según ha dicho refiriéndose a PODEM, “las izquierdas me han engañado muchas veces”. ¿Y las derechas, qué te han hecho, Lluis? Hasta ahora entendíamos que las derechas buscan que imperen en Catalunya sus negocios en Andorra, con la única diferencia que ahora tú las acompañas. ¿Mas y CDC son conversos? Todo es posible, pero, ¿podrían también convertirse al espiritismo? No creo que la independencia sea irracional, pero si ello se manifiesta en estos días temperamentales con tu canción, mis respetos, eres el autor, pero muchos la seguiremos cantando a pesar de tus legítimos derechos.

En casi todas las entrevistas en nuestro territorio y en todo el Estado Español preguntan a las distintas formaciones que se presentan en estas elecciones qué pasará el 28S y hay un arco iris de respuestas. Los candidatos y simpatizantes de las listas de Junts pel sí y de la CUP no muestran muchas dudas: “el proceso a la independencia es imparable”. “Sí, pero, ¿cómo?”, les insisten. Aquí también tenemos otro arco iris de respuestas, excepto la CUP, que sí lo tiene muy claro. Antonio Baños, en conversación de ayer 19 de agosto para l'entrevista de l'estiu en TV3, dijo que “no sólo nos enfrentaremos a España, sino también a la Troika y eso se hace desobedeciendo todas las injusticias que quieran imponernos.”

En el mismo espacio catalán dice hoy el portavoz de ERC Sergi Sabrià que “la candidatura de Junts pel sí es representativa del país y se ha hecho para un momento excepcional, porque está formada por gentes que vienen de múltiples posiciones, incluso de la extrema izquierda, pero que todos sabemos que si no conseguimos ser un nuevo país nunca tendremos las herramientas para hacer las políticas que buscamos en el ámbito social, la educación, la sanidad, las pensiones y tantas otras que la gente de Catalunya no puede seguir esperando”. Y agrega que en el programa acordado entre ERC y CDC “se prioriza esa justicia social que en un gobierno de concentración se echará adelante”. Habría que preguntarle si con el 40% de los escaños correspondientes a ERC podrán aprobarse esas prioridades para el día a día después de las elecciones ante el 60% de los escaños en manos de CDC, un partido que nunca ha sido portador de tales prioridades y que para cumplir las suyas, como es normal, podría juntarse de nuevo con UNIÓ y con el PP y con el PSOE y hasta con C's si lo cree pertinente para el orden público. ¿Cantará Hamlet su estaca con ERC, con la CUP y con Catalunya Sí que es Pot?

Si la justicia social, incluida la independencia de Madrid y de Bruselas, no la cantan los más necesitados de ellas, como hasta ahora en las tantas vías reivindicativas que hemos hecho, el barullo que nos espera en el próximo Parlament será histórico y sólo dependerá de la honra de la gente el cambio de la Historia. Si en Catalunya hay estacas tendrán que ser necesariamente del pueblo.

martes, 18 de agosto de 2015

Mi lindo niño griego


No sé si seré parte de los fiordos noruegos, de los alpes franceses o de las aguas venecianas, pero sí sé que mi espacio preferido está en el balcón de mi cuarto en una ciudad de Catalunya. De la baranda cuelga una maceta con una planta de “cinta” -es como la llamamos en Cuba-, y mirarla cada día y cuando le da la luz de la luna por las noches es una de las cosas más hermosas con que me deleito.

¿Conformidad con lo que tengo a mano o resolución de justicia para apreciar todo lo hermoso que se puede disfrutar en este mundo al margen de su locura? No hay día en que las noticias con que los Grandes Medios nos envenenan el alma también quieren arrebatarnos hasta lo más sencillo. Pareciera que intentan imponernos que ni de eso somos dueños, porque aquí no hay más propietarios que los que ellos nos hacen leer, escuchar, mirar y obedecer. ¿También lo harán con nosotros?

El hijo de mi hija es un tesoro a quien le gozo todas sus sonrisas y travesuras. Son de él, de sus padres, mías y de muchos otros que se embobecen con esas pertenencias. Qué lindo es mi niño. ¿Acaso un día no será de ninguno de nosotros y pasará su titularidad al mejor postor? Como la verdadera madre en el círculo de tiza, por la vida de ese niño yo estaría dispuesto a renunciar a él. Entonces, pensando como se piensa según la racionalidad europea, es muy posible que ello suceda si, como está sucediendo, la privatización es un acto de legítima defensa por no haber sido todo lo heroico que está demandando el momento. Resulta un lugar común decir que por salvar a ese niño yo daría mi vida, pero esto está cambiando mucho. La verdad más espeluznante, cuando hablamos de heroísmo o de estos héroes que la realidad nos está obligando a ser, es que sólo podemos salvarlo privatizándolo.

Así leo la noticia del diario Público en este 18 de agosto de 2015 bajo el título “Una empresa alemana se adjudica la primera privatización del gobierno de Tsipras”: “El Gobierno griego ha aprobado la concesión de 14 aeropuertos regionales a la empresa alemana Fraport, según una resolución del consejo de política económica que ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado.(....) Los aeropuertos a los que hace referencia son el de Salónica, la segunda ciudad del país; Kavala, en el noreste; Corfú y Zante, dos islas situadas en el mar Jónico; Canea y Cefalonia, en la isla de Creta; Aktion, en el oeste; y los de Rodas, Kos, Samos, Mitilene, Mykonos, Santorini y Skiathos, todas islas del Egeo. (….) La llegada al poder de Syriza congeló los procesos de privatizaciones y prometió que revisarían todos aquellos que no se hubieran cerrado todavía. (….) Sin embargo, con la conclusión del tercer programa de rescate, Grecia se comprometió a trasferir activos estatales a un fondo de privatización por valor de 50.000 millones de euros para pagar deudas, recapitalizar la banca y realizar inversiones.”

Alguno puede decirme que estoy exagerando, y es cierto, lo hago, pero nadie podrá decirme que las privatizaciones en Grecia no pretenden salvar a los niños griegos del absurdo heroísmo que, con mi torpe visión de los tiempos modernos, le quitan sus vidas. Es que la verdad es muy dura. Pero es la verdad con que la Unión Europea, Alemania y nuestro gran silencio expulsamos a los héroes antiguos. Todos estamos vendiendo al niño y debo dar gracias porque alguien lo quiere comprar. De todas maneras ya eso se está haciendo y desde hace mucho tiempo en innumerables países. ¿Qué ha pasado para que llegáramos a este punto? ¿Ya los grandes propietarios nos estaban metiendo en este sitio? ¿Seremos nosotros que nos cansamos de vivir? Es que resulta terrible vivir en esta locura y, según la realidad, no hay alternativas mientras no nos vengan ganas de reafirmar que la vida implica arriesgarla por defenderla. ¿Estoy diciendo tonterías? Sí, seguro, mi niño no debe ser tan lindo, y seguro que también la cinta que florece en mi balcón es un espejismo que solamente yo convierto en maravilla porque no le encuentro comprador. ¿Quién puede negarme la bestialidad del espectáculo?

domingo, 16 de agosto de 2015

Tres negras cimarronas con babas de quimbombó


La reanudación de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba es exactamente, como dicen en las dos orillas, un acontecimiento histórico e impostergable para los dos países. Para Estados Unidos representa romper su aislamiento en América Latina y para Cuba significa la posibilidad de imaginar, si es que la imaginación aún vale, su proyecto soberanista sin el acoso ni la rabia con que el gigante del Norte quiso enterrarlo. Es indudable que el conflicto aún no ha terminado, pero por ahora el pez grande no se ha comido al chiquito, al contrario, en este largo viaje ha llegado con mayor fuerza el zun zun que el águila. Sin aceptar condiciones previas Cuba ha firmado. En cambo Estados Unidos sí ha tenido que ceder en más de uno de su torpe destino manifiesto. Ahora se impone la necesaria convivencia civilizada entre dos almas completamente diferentes. Ya veremos hasta donde es posible el sereno avance del contrapunto en las ideas, las prioridades, los gozos y las sombras entre ambas rutas de vida.

A ningún cubano le es indiferente el izamiento de la bandera cubana en Washington y ahora la norteamericana en La Habana. Y no lo es porque ello enarbola la esperanza de abrir la vida que, por más heroica o turbulenta que se haya vivido, ya es hora de vivirla sin el asombro de un nuevo sacrificio o de un extraño golpe al levantarse en la mañana.

Para nadie es un secreto que estar a bien con los Estados Unidos es una oportunidad magnífica, aunque igualmente todos sabemos que ello es la pregunta del millón. Pero los cubanos, después de cambiar por compotas a los invasores de Playa Girón, de alertar al mundo por sus juegos nucleares y sobrevivir al Periodo Especial, parecemos hechos para desafiar todas las oportunidades y contestar a todas las preguntas. Por eso la apertura de la embajada norteamericana en La Habana nos convoca a todos como si se tratara de un muerto en plenos carnavales. Y es que después de tantos años y de tantas cosas necesitamos comprobar que cuando el muerto sienta la conga se vaya de rumba con nosotros. Si a la ocasión la pintan calva el cubano es un digno aficionado a no ser víctima de ninguna tragedia. Es una cuestión de seso popular. Necesitamos celebrar que va y es verdad, como dijo el míster, que somos vecinos y no enemigos ni rivales. ¿Por qué pensar que hay gato encerrado? Si cogimos al toro por los cuernos y lo trajimos hasta el malecón, ¿por qué no pensar que podemos llevarnos el gato al agua cuando del malecón al mar hay tan poco espacio? Y si tiene 7 vidas, oye tú, con este año nosotros ya vamos por 56 y todo indica que seguimos pa'lante sin mendigar ni la sagrada hostia.

Por mucha elegancia con que hable el míster de su interpretación de la historia, de la genuina democracia que más nos conviene, de los derechos humanos escogidos y del más allá al que no hay que temer, nosotros tenemos al feliciano de Bruno para que, entre col de torturas en Guantánamo y lechuga de política en Wall Street, le vire la tortilla y lo invite a mirar el espectacular paisaje del castillo de los tres reyes del Morro, el mar azul y la Habana Vieja de la mano de Eusebio Leal. Y por si las moscas, desde el Cristo de La Habana lo vigilan tres negras cimarronas con babas de quimbombó, para que no se equivoque y elija bailar al son de la brisa con mariposas y no me olvides. Y si se arma el jelengue, no pasa nada, la pregunta del millón ya tiene respuesta. Con una guaracha sublime la oportunidad está encaminada. Es de ampanga: ganamos esta partida y con aguacate y yuca ganaremos las que faltan.

Dicen los más sabios investigadores del pueblo que el cubano puede ser cualquier cosa menos pesado. Y eso es ley. Por ello a este momento nadie debe quitarle una sonrisa. Hemos entrado al preámbulo de una fiesta con siguaraya y esa no se pué tumbar. La sobriedad es nuestra. Entonces, silencio, para que se oiga bien claro el solavaya más grande a la falta de esperanzas que pueda trasmitir algún pesado.

jueves, 13 de agosto de 2015

La increíble ignorancia





Comparto con Eduardo Galeano que “los sueños son derechos humanos”. Si algún día dejáramos de soñar, ese día habremos perdido el más grande de los derechos y el más humano de los caminos. Muchas veces los sueños chocan con la realidad y la mayor parte de las veces son los más heridos o los definitivamente destrozados, sobre todo en las sociedades donde su modelo de vida rompe el principio de humanidad. Es el sueño americano, donde alguien sueña con ser “alguien”. En la mayoría de las ocasiones este “alguien” es visto como alguien feliz. Y está visto que se es feliz de múltiples maneras, pero hay una que abunda en ese sueño: ser un “millonario en dinero”. Un falso sueño que destroza todas las mañanas la realidad de millones de personas. ¿Es que vivir es una ignorancia?
En su recién escrito “La realidad y los sueños”, el líder cubano Fidel Castro lo finaliza con estas palabras: “La igualdad de todos los ciudadanos a la salud, la educación, el trabajo, la alimentación, la seguridad, la cultura, la ciencia, y al bienestar, es decir, los mismos derechos que proclamamos cuando iniciamos nuestra lucha más los que emanen de nuestros sueños de justicia e igualdad para los habitantes de nuestro mundo, es lo que deseo a todos.” Alguien del sueño americano, después de leer esto, seguirá soñando con ser un “millonario en dinero”. Y lo hará principalmente porque sabe que en su realidad todas esas cosas que escribe Fidel sólo se consiguen con mucho dinero y, tristemente, a ese alguien no le faltará razón en sus luchas y en sus sueños. ¿Dónde está la ignorancia?
Fidel escribe al principio del mismo escrito: “nuestra sufrida humanidad debe ser más y mejor educada ante la increíble ignorancia que nos envuelve a todos.”
Pareciera que la increíble ignorancia de que escribe Fidel es sobre algo muy concreto: la verdad que condena al modelo de país que exhibe y exporta el sueño americano como una larga historia de destrozos humanos es la verdad. Y por muy absoluta que nos parezca esta verdad -y que la costumbre nos indique que se relativice-, es la verdad y no debemos verla ni siquiera como un matiz de la asfixia de la realidad mundial. El modelo de país proclamado en los Estados Unidos no es ningún matiz de la asfixia mundial. Estados Unidos, con su modelo de sociedad, de sueños y de felicidad, es el mayor responsable de tal asfixia. Por esa responsabilidad superior a cualquiera otra que pueda tener esa “nación imprescindible” -según la entienden sus presidentes-, resulta imprescindible en los que somos “prescindibles” para ese país no desviarnos ni un milímetro de la verdad que nos acompaña. Hasta la más mínima desviación refuerza la ignorancia de que escribe Fidel. Y no nos llamemos anti-norteamericanos, extremistas, ultras de izquierda, comunistas ni nada semejante. No hay que tener ningún nombre para comprobar la farsa del sueño americano. Mientras Estados Unidos saquea al planeta impone un modelo de Mundo no accesible para todos. Basta saber cómo el modelo se pudre en grandes sectores de su propio país y en otros países donde rige como un apéndice de sus dominios. No obstante, sabemos que Estados Unidos posee la mayor acumulación de recursos del mundo para realizar una rectificación del modelo. La humanidad espera. Pero no se ve la menor huella de rectificación, al contrario, Estados Unidos avanza incontenible a por más países que lo sostengan y a que nos riamos con el espectáculo. No saberlo completa esa increíble ignorancia de que escribe Fidel.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Libertad e imparcialidad en la verdad de Cuba (Homenaje a Fidel en su nuevo 13 de agosto)


Buscando brevedad, podría afirmarse que la ley de la oferta y la demanda, como tantas otras del Capitalismo, favorece al que puede ofrecer algo a nivel personal o corporativo. Por norma general esta primera propiedad privada somete al o a los que deben acudir a ella para satisfacer su demanda. En ambos casos el mercado se encarga de la regulación con las leyes del Capitalismo. Mientras, en otros proyectos sociales diversas disposiciones favorecen, a través del Estado u otras entidades, a personas, a determinados colectivos y a pueblos enteros. Hay una real búsqueda de libertad e imparcialidad a favor de las personas y no de las mercancías. Si el Estado Venezolano aplicara en todo su funcionamiento la libertad y la imparcialidad capitalistas apenas tendría problemas, e igualmente apenas los grandes medios le darían cobertura. Con Cuba todo es más sutil, ya que en la isla todavía impera la maravillosa verdad de que lo más importante de todo no está privatizado. Por ello se intenta regular las relaciones de acuerdo al Socialismo, incluyendo a su prensa pública. Ninguna divulgación con “la libertad y la imparcialidad” que, como un Golpe Blando, cambien la verdad del país que sigue tozudamente encaminada al Bien Común. Del esfuerzo y la inteligencia de los cubanos depende que todo mejore sin acogerse a la falsa libertad ni a la más falsa imparcialidad con que algunos los enamoran. Ahora, la ley de la oferta y la demanda va ganando posiciones en el país impulsada por el propio Estado. Esto le causa muchas contradicciones a ese Estado y siempre habrá que insistirle la breve verdad que traía el yate Granma cuando navegaba a la deriva en diciembre de 1956 y que en enero de 1959 arribó a tierra.

Así me llega ahora en 2015 el artículo “El bosque, el lobo y la ley de la oferta y la demanda”, publicado en el periódico Granma por Ángel Freddy Cabrera el pasado 6 de agosto y que ha suscitado un furibundo ataque, no al articulista, sino al propio Estado Cubano y su Partido Comunista, por parte del ex corresponsal de la BBC en La Habana Fernando Ravsberg y el que en su título ya podemos intuir la verdad que lleva, “El yate Granma sigue a la deriva”, publicado al día siguiente en su blog para el disfrute de sus seguidores, que no son pocos, pues a fuerza de “entre una de cal y otra de arena” con que critica y elogia a Cuba se ha ganado “la imparcialidad” con que dice que se mueve en las problemáticas cubanas. Y muchos, en uno u otro momento, lo hemos aplaudido. ¿Por qué, desde hace un tiempo, del aplauso pasé a matizarlo? Entre numerosos escritos me encontré con “Sobre los usos de la libertad (y sus descontentos)”, de Rafael Hernández, el director de la prestigiosa revista cubana Temas y publicado en Cubadebate en febrero de 2011. En este artículo Hernández responde a varios ataques de Ravsberg y se pregunta “¿cuál es la explicación de fondo de esta conducta: por qué la emprende en tandas sucesivas contra la revista Temas y su espacio de debate; a qué se debe su evocación de Torquemada y Stalin en relación con un panel de discusión real, que cuenta con la participación no solo de notables defensores de la crítica en la esfera pública cubana, sino de numerosos asistentes de todas las edades y diversos grupos sociales; en qué se basa para asociar el trabajo de Temas con “el miedo”, “los debates secretos, las medias verdades y las verdades enteras”. A qué viene ese intento de desnaturalización y tergiversación?” Al fin había encontrado con Hernández los vericuetos de la verdad que me inquietaban. Ravsberg tiene su verdad y, consciente o no, con ella intenta modificar o erosionar la verdad cubana mediante lo más desprestigiado del periodismo mundial: la libertad y la imparcialidad. Sencillamente no existen, aún cuando siempre cualquier problema de la realidad pase por enfrentar la verdad pura y dura. Ya sabemos que al Capitalismo eso no le interesa, ya lo tiene arreglado con su ley fundamental: quién tiene, tendrá. Pero la construcción del Socialismo está obligada a enfrentarla, explicarla una y otra vez, socializarla, y mucho más durante sus periodos de cambios. No obstante, la verdad de Cuba nunca será fácil comprenderla, sumarse a ella y realizarla. Por suerte para la realidad cubana su prensa aún no está, a pesar de todas las faltas que le encontremos, en el inmenso disparate de creerse libre e imparcial como cree estar Ravsberg en sus artículos sobre Cuba.

domingo, 9 de agosto de 2015

El junta palabras


Esta es la historia del junta palabras. ¿Qué nos queda sin él? Con los versos de la “Canción del elegido”, del cantautor cubano Silvio Rodríguez, comienzo a escribir: “Siempre que se hace una historia, se habla de un viejo, de un niño o de sí.” No sé qué otra cosa puede ser ahora más importante. “Pero mi historia es difícil: no voy a hablarles de un hombre común. Haré la historia de un ser de otro mundo, de un animal de galaxia. Es una historia que tiene que ver con el curso de la Vía Láctea. Es una historia enterrada. Es sobre un ser de la nada.” Y es que el junta palabras no posee ninguna riqueza ni aspira a ella, salvo creer que en el aire donde respiramos pueden estar todas las voces de la paz si las desenterramos. Así se puede disfrutar de la vida compartiendo el incalculable tesoro de existir como el viento. Él mismo es el viento que “nació de una tormenta en el sol de una noche el penúltimo mes.” ¿Para qué vino al mundo? Él intenta explicarlo una y otra vez sin la menor huella de cansancio. Sólo piensa en juntar las palabras del mejoramiento humano. Por eso “fue de planeta en planeta buscando agua potable. Quizás buscando la vida o buscando la muerte. Eso nunca se sabe.”

El junta palabras que conozco adora todo lo que dice y oye. Piensa que todos estamos en lo mismo. Nunca se plantea si aquel que tiene enfrente puede intentar excluirlo. Él sabe que este lo estaba buscando y eso le basta, porque él también lo buscaba. “Quizás buscando siluetas o algo semejante que fuera adorable, o por lo menos querible, besable, amable.” Como sabe que estas últimas palabras son las más destacables en cualquier encuentro, él es una persona feliz. No importa que en alguno de esos momentos él pueda estar sufriendo por una u otra cosa de las tantas que nos hacen sufrir personalmente. Más tarde o más temprano esas cosas se encaminan a su solución posible, pero las otras, si no las apuramos, nos disminuimos como seres humanos. Por ello él ha comprendido que hasta en el viento más lejano abundan las soluciones. Fue así como “él descubrió que las minas del rey Salomón se hallaban en el cielo y no en el África ardiente, como pensaba la gente.”

Por ser así al junta palabras le sucedieron graves conflictos cuando escuchó al que tenía enfrente. Resulta que unos cuantos canallas obligaban a muchos a vivir en la desesperación. Él no atacó en un primer instante, “pero las piedras son frías y le interesaban calor y alegrías.” ¿Qué hacer? “Las joyas no tenían alma, sólo eran espejos, colores brillantes.” Todo lo que se le ocurría lo rechazaba, pero debía tomar una decisión, “y al fin bajó hacia la guerra…, ¡perdón! quise decir a la tierra.” Entonces voló y voló hasta que “supo la historia de un golpe, sintió en su cabeza cristales molidos y comprendió que la guerra era la paz del futuro.” Pero, no, se negaba a participar del combate a que el otro lo invitaba. No podía imaginar qué sería del mundo en una constante batalla. Dijo que no, no, la única palabra que le trasmitió todos sus secretos: “lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida.”

¿Decir no a la guerra y a tanta necedad que nos viste con traje de etiqueta es decirle sí al que tenemos enfrente? Sabemos que no. Vivimos de migajas con la felicidad de encontrarnos con otro ser humano. En estos tiempos de nuestra impotencia ante las causas que provocan tantos dolores, en estos tiempos en que la cantidad de dinero decide la casa donde vives, la comida que comes, el amor que repartes y la historia que eliges, ¿en estos tiempos es aceptable, “o por lo menos querible, besable, amable”, tener a alguien enfrente? En estos tiempos en que nos estamos matando no resulta fácil para el junta palabras decirle no al ser humano que tiene delante y elige decirle sí. Pero con este sí renuncia al aire que respira y va hacia el combate. Es muy probable que por eso “la última vez lo vi irse entre humo y metralla contento y desnudo. Iba matando canallas con su cañón de futuro.” Entonces volvió a enterrarse la paz, y te elijo a ti, lector amigo, ayúdame, tenemos que salvar al que tenemos enfrente. Como ves, la historia se está acabando y sólo habrá salvación si sigue existiendo en el viento el junta palabras.

viernes, 7 de agosto de 2015

La cuestión es qué queremos ser

A raíz de la problemática griega con la humillación del primer ministro del país heleno, de su pueblo y de toda Europa con el drástico plan interventor en la nación del Mediterráneo por la Unión Europea, se han escrito miles de páginas, pero hasta ahora no he leído mucho de la repercusión en el resto de países europeos. Las interrogantes ¿qué podemos esperar?, ¿tenemos sangre en las venas? y ¿la solidaridad de qué va?, me dan vueltas en la cabeza como aquellas frases tan conocidas, pero muy poco observadas, del sermón del pastor luterano Martin Niemöller que simpatizó primero con el nazismo y luego, al mirar mejor lo que el régimen hacía, fue un declarado anti nazi y enviado a un Campo de Concentración. Sus frases son muy elocuentes para el tema griego: “Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no erá sindicalista. Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, porque yo no era judío. Cuando vinieron a buscarme, no habia nadie más que pudiera protestar.” El refrán popular pareciera más explícito: “sólo se salta cuando a uno le pisan los callos”. Sencillamente el otro no existe. Grecia es un invento o un mal sueño que no es nuestro. Bueno, si lo aceptamos, ¿por qué vamos a existir nosotros? ¿Seremos el pueblo “elegido”? Alguien nos está mareando la perdiz, ¿o somos nosotros los que la mareamos y el asunto nos ofrece un divertimento genial? Así nos pasa con miles de problemáticas que andan por el mundo sin tocarnos, por el momento. ¿Quién podía pensar que Londres sería amenazada por “una plaga de inmigrantes”, como llamó Cameron a la multitud esperanzada con cruzar el eurotúnel por el Paso de Calais?

Ahora me ha llamado la atención el artículo “El diktado de Alemania”, escrito por Ignacio Ramonet para “Le Monde Diplomatique”. Entre muchas cosas muy duras extraigo este párrafo: “La gran lección de ese escarnio es que se ha perdido definitivamente el control ciudadano con respecto a una serie de decisiones que determinan la vida de la gente en el marco de la Unión Europea (UE) y, sobre todo, en el seno de la zona euro, hasta tal punto que podemos preguntarnos: ¿de qué sirven las elecciones si los nuevos gobernantes se ven obligados a hacer lo mismo que los precedentes en los temas esenciales, es decir, en las políticas económicas y sociales? Bajo este nuevo despotismo europeo, la democracia se define, en menor medida, por el voto o por la posibilidad de escoger y, en mayor medida, por el imperativo de respetar reglas y tratados (Maastricht, Lisboa, Pacto Fiscal) adoptados hace tiempo y que resultan verdaderas cárceles jurídicas sin posibilidad de evasión para los pueblos.”

En las elecciones catalanas de 2010 y 2012 se gastaron 25 millones de euros en cada una. Para las próximas del 27 de septiembre de este año 2015, que se anuncian como plebiscitarias sobre la independencia de Catalunya, se gastarán -se dice- 10 millones menos, o sea, se gastarán ahora 15 millones. Entre las 3 elecciones se acumula un gasto de 65 millones de euros, que estando las cosas cómo están desde el inicio de esta crisis que no tiene nada de eventual, ¿para qué ese gasto si nada parece que puede cambiar? Resulta evidente que los gastos en entretenernos son muy rentables para endeudarnos aún más de lo que estamos. ¿Todavía tenemos sangre en las venas? El cambio está en nuestras posibilidades de creer en él y sostenerlo. ¿Podemos? Sepamos que de Europa seguirán en pie esas interrogaciones tan incómodas que repetimos: ¿Qué podemos esperar?, ¿nos miran los otros pueblos europeos, importan esos pueblos, están ahí o ya desaparecieron? Ahora no recuerdo donde estábamos nosotros cuando... Grecia está siendo vendida al mejor postor. ¿Pasado o presente? Muchos dirán que no somos griegos y se acabó todo, pero, ¿realmente se acabó todo con la tragedia griega? La cuestión es qué queremos ser, pues la comedia griega también está ahí.

jueves, 6 de agosto de 2015

¿Qué le pasa a Europa con Venezuela?

Casi nunca, o nunca -mejor dicho-, Europa trae a sus grandes Medios o a muchas de sus instituciones fundamentales, personajes o problemas que significan alguna condena al imperio norteamericano o al sistema donde se agrupan las peores formas que impone este imperio en la mayor parte de nuestra Tierra. Pero basta que en algún lugar de nuestro mundo tal sistema se vea condenado por la reacción de pueblos y gobiernos unidos para que Europa, sus Medios y sus instituciones comiencen una larga y penosa presentación de los personajes y problemas que, en esos lugares, se oponen a las uniones populares logradas. Así ha pasado numerosas veces con Cuba, país al que el Parlamento europeo ha premiado en 3 ocasiones a los "disidentes" cubanos. Ahora el empeño mayor recae en resaltar a los opositores venezolanos y a los problemas por los que pasa este país. Por suerte para honra de Europa, de sus Medios y de sus instituciones siempre surgen voces, aunque bastante silenciadas por la propia Europa, sus Medios y sus instituciones, que nos recuerdan muchas verdades sobre estos asuntos. Este es el caso de la intervención en el Parlamento Europeo del eurodiputado por el grupo de la Izquierda Unida de España Javier Couso:  


https://youtu.be/0Jqde-bwZP8

martes, 4 de agosto de 2015

Avanzamos, sí, avanzamos empantanados hasta la próxima ocasión


El gran cantautor cubano Silvio Rodríguez recibe un premio de la organización “Cuba Posible” por su actuación en los barrios marginales. Fernando Ravsberg lo recoge en su blog y alguien comenta:

“Ray dice:
Como “La historia me absolverá”, las canciones de Silvio se van convirtiendo en el tiempo una condena para sus autores y después de medio siglo se hace y logra todo lo contrario de lo que se dijo:
SR (1971). Y para seguir con el cancionero puedo decir que “Lo que no le perdono”, es haber apoyado “con tanta alevosía” a los culpables de la miseria en que millones de cubanos viven actualmente y hacerse el desentendido de esa responsabilidad.”
Seguidamente, “Fernando Ravsberg dice:
Ray, no seas extremista, ¿qué pasaría si te juzgáramos a ti por lo que dijiste hasce 35 años? Ten en cuenta que quien le hace el reconocimiento es una organización no gubernamental. Y yo creo realmente que ha sido una persona consecuente, fíjate que se está gastando su propio dinero en giras por los barrios de conciertos gratuitos para visibilizar a los sectores mas pobres de la sociedad. Puede que él no piense como tú pero creo que merece respeto. Un abrazo.”
Por otra parte, la BBC publica parte del discurso de la aspirante a la presidencia de los Estados Unidos Hillary Clinton en Miami: “El embargo sobre Cuba se tiene que acabar de una vez por todas. (….) El papel jugado por EU en Cuba ha debilitado nuestra influencia en América Latina. (….) Ninguna región en el mundo es más importante para nuestra prosperidad y seguridad a largo plazo que América Latina. (….) América Latina es hogar de democracias vibrantes, clases medias en expansión, suministros energéticos abundantes y un PIB combinado de más de US$4 billones. (….) Debemos levantarnos para defender nuestros valores compartidos contra regímenes como el de Venezuela. Estados Unidos necesita ser líder en América Latina.”

Mientras eso sucede, Silvio tiene escrito en su blog, refiriéndose a su asistencia al izamiento de la bandera cubana en Washington, un conmovedor artículo que termina así: “Me pregunté cómo hubiera sido la vida si nuestros vecinos, en vez de hostiles, hubieran sido comprensivos. Me pregunté cómo hubiera sido no sólo la existencia de los que abrazamos la Revolución, entendiendo que así defendíamos a nuestra Patria, sino también la de los que escogieron el camino opuesto. Cuán diferente hubiera resultado la suerte de todos. En qué clase de mundo viviríamos hoy, si aquella vez hubiéramos logrado entendernos. Fue muy fuerte lo que sentí ayer cuando al fin me senté, creía yo, a continuar mi trabajo. Fue como si toda mi vida, mis padres, mis hijos, los hijos de mis hijos, mis canciones y todo lo que existe fueran el resultado de un albur. Qué extraño sentimiento. Y pensé si acaso estaremos viviendo el comienzo de otra oportunidad. ¿De qué manera nos condicionará? ¿Para hacernos mañana qué tipo de preguntas? Interrogantes que inevitablemente afloran.”
Sin duda, una inmensa mayoría de cubanos sentimos en ese momento un gran júbilo por lo conseguido y un gran dolor por lo que no conseguimos. Y nos hicimos múltiples preguntas. Uniendo los hechos nombrados yo me pregunto qué debo perdonarle a Ray. Igualmente me pregunto qué tiempos debo juzgarle a Ravsberg. Y también me pregunto por qué los Estados Unidos no son distintos con Venezuela a como fueron con Cuba. Todo ello me explica el sentimiento que tuve al mirar izar mi bandera. Por delante quedan muchas luchas para que, entre otras cosas, ningún cubano viva en un barrio marginal. Así me convenzo de que ni Ray, ni Ravsberg, ni los Estados Unidos, mientras no cambien en sí mismos, creerán en “el comienzo de otra oportunidad” para nuestras luchas que vislumbra Silvio esperanzado. Ray nos condena con nulas posibilidades para entendernos, Ravsberg nos juzga como de ideas superadas, y el último, sencillamente..., sostiene el tinglado. ¿Cuáles son las “interrogantes que inevitablemente afloran” para Cuba, Venezuela y toda Nuestra América? ¿Tenemos opciones? Como dice Silvio, “es un extraño sentimiento”. Pero los hechos son uno solo: avanzamos, sí, pero avanzamos empantanados hasta la próxima ocasión y está demás que lo diga: todos lo sabemos. Tal vez sea esa “la oportunidad”: ir avanzando sabiendo mucho mejor sobre los pantanos en que nos ponen y que hay que cruzar y vencer. Y no será “un albur” lo que nos pase. Nos pasará la vida por nuestras respuestas y cada cual vivirá con ellas según la elección que haga en su única oportunidad: “yo me muero como viví”. “¿El necio?” De todas maneras me pondrán un nombre, pues mejor me lo escojo yo y qué maravilla haber podido nombrarme en este pequeñísimo viaje de la vida: soy el que soy.