jueves, 13 de agosto de 2015

La increíble ignorancia





Comparto con Eduardo Galeano que “los sueños son derechos humanos”. Si algún día dejáramos de soñar, ese día habremos perdido el más grande de los derechos y el más humano de los caminos. Muchas veces los sueños chocan con la realidad y la mayor parte de las veces son los más heridos o los definitivamente destrozados, sobre todo en las sociedades donde su modelo de vida rompe el principio de humanidad. Es el sueño americano, donde alguien sueña con ser “alguien”. En la mayoría de las ocasiones este “alguien” es visto como alguien feliz. Y está visto que se es feliz de múltiples maneras, pero hay una que abunda en ese sueño: ser un “millonario en dinero”. Un falso sueño que destroza todas las mañanas la realidad de millones de personas. ¿Es que vivir es una ignorancia?
En su recién escrito “La realidad y los sueños”, el líder cubano Fidel Castro lo finaliza con estas palabras: “La igualdad de todos los ciudadanos a la salud, la educación, el trabajo, la alimentación, la seguridad, la cultura, la ciencia, y al bienestar, es decir, los mismos derechos que proclamamos cuando iniciamos nuestra lucha más los que emanen de nuestros sueños de justicia e igualdad para los habitantes de nuestro mundo, es lo que deseo a todos.” Alguien del sueño americano, después de leer esto, seguirá soñando con ser un “millonario en dinero”. Y lo hará principalmente porque sabe que en su realidad todas esas cosas que escribe Fidel sólo se consiguen con mucho dinero y, tristemente, a ese alguien no le faltará razón en sus luchas y en sus sueños. ¿Dónde está la ignorancia?
Fidel escribe al principio del mismo escrito: “nuestra sufrida humanidad debe ser más y mejor educada ante la increíble ignorancia que nos envuelve a todos.”
Pareciera que la increíble ignorancia de que escribe Fidel es sobre algo muy concreto: la verdad que condena al modelo de país que exhibe y exporta el sueño americano como una larga historia de destrozos humanos es la verdad. Y por muy absoluta que nos parezca esta verdad -y que la costumbre nos indique que se relativice-, es la verdad y no debemos verla ni siquiera como un matiz de la asfixia de la realidad mundial. El modelo de país proclamado en los Estados Unidos no es ningún matiz de la asfixia mundial. Estados Unidos, con su modelo de sociedad, de sueños y de felicidad, es el mayor responsable de tal asfixia. Por esa responsabilidad superior a cualquiera otra que pueda tener esa “nación imprescindible” -según la entienden sus presidentes-, resulta imprescindible en los que somos “prescindibles” para ese país no desviarnos ni un milímetro de la verdad que nos acompaña. Hasta la más mínima desviación refuerza la ignorancia de que escribe Fidel. Y no nos llamemos anti-norteamericanos, extremistas, ultras de izquierda, comunistas ni nada semejante. No hay que tener ningún nombre para comprobar la farsa del sueño americano. Mientras Estados Unidos saquea al planeta impone un modelo de Mundo no accesible para todos. Basta saber cómo el modelo se pudre en grandes sectores de su propio país y en otros países donde rige como un apéndice de sus dominios. No obstante, sabemos que Estados Unidos posee la mayor acumulación de recursos del mundo para realizar una rectificación del modelo. La humanidad espera. Pero no se ve la menor huella de rectificación, al contrario, Estados Unidos avanza incontenible a por más países que lo sostengan y a que nos riamos con el espectáculo. No saberlo completa esa increíble ignorancia de que escribe Fidel.

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