sábado, 22 de junio de 2019

¿Para qué diablos alguien escribió este libro?

(Palabras leídas y comentadas el lunes 27 de mayo de 2019 en la librería 22 de Girona, durante la presentación de mi libro 'El soroll de las abejas')

Creo que la palabra ‘mezcla’ es la gran palabra de hoy día en todo. Este libro es teatro, es narrativa, es un guión de cine, es un poema épico de secretos, es un juego mágico con el tiempo y sus misterios, es un inquieto coro que nunca cesa de hablar aun cuando a veces no reconocemos las voces, es un viaje interior, es un laberinto por la frialdad del pensamiento, y es también todas las luchas en que nos implicamos. Pero el teatro, como constante e intenso diálogo es el género dominante, ya que todos los personajes, sus conciencias y sus dobles son actores que actúan siempre. Y es así por mi preferencia al diálogo como expresión artística, comunicacional y de supervivencia para toda existencia. Mi trayectoria como actor, dramaturgo y director teatral durante más de 50 años ha influido en este criterio. Por ello creo que no es una obra tendenciosa como si lo pueden ser mis ensayos o artículos de opinión. Ello no lo entiendo como una equidistancia o una condescendencia, sino como el valor que le doy a la ficción: ser el espejo del otro, de los otros, para mí y para el lector.

Creo que la grandeza del ser humano está en la aceptación de que todos somos uno, doble y único, pero siempre juntos, completamente mezclados y sin fronteras. Por ello también, y por estar más cerca en mi conocimiento y sensibilidad, aparecen en la obra algunos rasgos de mi pensamiento político y algunos otros aspectos de mi vida que para nada son constitutivos de un desprendimiento autobiográfico. Es una obra totalmente de ficción, pues escribo lo que observo junto a lo que imagino y defendiendo al máximo a todos los personajes, pero ninguno de ellos soy yo ni mis amigos más cercanos, como tampoco son verdaderas las situaciones en que se ven envueltos, aun cuando puedan verse algunas particularidades de todos. Todos están en la coherencia con mi imaginación. Para poder encarnarlos y tramar una obra artística asumo el riesgo de la confusión, pero quiero ser fiel a mi entrega como escritor.

En una simple sinopsis podría decirse que se trata de un verse en el espejo que nos da la multiplicidad que somos y donde un personaje, Ariel, como reflejo de Carles, hastiado con los desenfrenos de Ibiza, opta por el suicidio y antes de consumarlo pacta con la muerte una segunda oportunidad para trabajar por el mundo. Esto lo lleva a Centroamérica donde asume, junto a todos los amigos que logra reunir en un piso de Barcelona, lo tortuoso de la naturaleza humana y para la que también espera pactar con la muerte otra segunda oportunidad mediante la asunción de la multiplicidad que trasmite el espejo. Así, aparecen en la obra tres historias íntimamente vinculadas simultáneamente: el largo periplo de Ariel por su esperanza, el encuentro de los amigos en un piso de Barcelona, y el teatro de operaciones donde los equipos técnicos y los artilugios tecnológicos desvelan un experimento en que más de 70 participantes buscan rescatar los recuerdos. Un marco de contradicciones para que los alientos de la Revolución Cubana y el Proceso Independentista Catalán se expandan con sus idiomas y sus discursos. Y unas conciencias muy conscientes andando por La Habana, Bogotá, Ibiza, Salamanca, Madrid, Managua, Tegucigalpa, Ciudad Guatemala y San Salvador mientras la muerte acecha con el Adagio de Albinoni para, finalmente, imponer la última danza que se baila al son de una rumba.

Un texto inspirado en un viaje realizado a Centroamérica con el proyecto de l’Agenda Llatinoamericana de Catalunya. Un libro que debió ser un ensayo socio-político de la región y sus nexos con el mundo, pero al ser insuficientes mis observaciones, sentí que su mejor marco sería una novela donde lo sociológico y lo político podrían aumentar el interés por entender los sucesos más tortuosos que nos rodean. Dado que habitamos un mundo donde se alimenta el deseo de que nos regalen la victoria en todo lo que queremos y que en esta no exista ni la más puñetera casualidad de que perdamos algo por haberla deseado, todo lo tortuoso también podría ser nuestro. Por ello la manipulación del deseo igualmente puede ser de todos. ¿Podemos identificar con quienes andamos con seguridad o solo vemos una simple huella de cómo se expresan? ¿Podríamos tener frente a frente lo que nos imaginamos? ¿La lucha del bien contra el mal es la Causa suprema de la naturaleza humana o tal cosa solo es un patético espectáculo? ¿Existen todas las posibilidades o creerlo es cosa de locos? Unos van con unas ideas y otros van con otras. Unos llegan al error buscando el bien para todos con la firme creencia de que es probable, y otros llegan al mal creyendo que el bien es limitado y no es razonable su proliferación, ya que la vida debe moverse dentro de lo posible y es mejor para cuidarla no arriesgarse demasiado, so pena de llegar al mal para todos. Entonces, ¿qué distancia hay entre el mal y el error? Podría ser la que pongamos entre el riesgo y la verdad: una lucha que la humanidad no terminará nunca. Entonces, ¿para qué diablos escribí este libro? Mi respuesta es bien sencilla: no debemos rehuir al error si buscamos el bien para todos.

Decía Bertolt Brecht que el receptor de toda obra artística entenderá y reforzará sus propios criterios. Otros creen que todo intento artístico es tendencioso. También se dice que cuando el creador no toma partido, el subconsciente puede traicionar su mejor anhelo. Creo que el mayor objetivo de la vida humana que quiera llenarse de amor es la búsqueda de su felicidad, la del entorno donde vive extendido a toda la humanidad y al hermoso planeta en que vivimos, pues solo la interrelación cooperativa entre la persona, la sociedad y la naturaleza puede ayudar a ese objetivo. Tal vez por ello en mi obra, nada ni nadie está afuera de las posibilidades en que somos o podemos ser. En definitiva, sin el ‘ser social’ que dignifica a toda existencia humana hay muy poca esperanza para todo lo que fundamenta el bien con todos.

Vaya mi más absoluto reconocimiento a Cuba, porque en su gigantesco despliegue de la cultura universal para todos los cubanos, me la hizo disfrutar, reflexionar y compartir con todos una esperanza: no olvidar nunca que la fiesta inacabable de luchar juntos, por el bien de todos, nos espera con unas ansias casi diabólicas. Y como leitmotiv que circula por toda la obra y con el que cada lector habrá de implicarse de alguna manera, una pregunta en lengua catalana que intenta descifrar el ‘soroll’ que va marcando a todas las situaciones y a todos los personajes: On està la realitat si no és en les consciències que vaguen al voltant de les abelles?

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