Los grandes medios nos
pasan la enorme manifestación en la plaza de la Independencia de la capital
ucraniana. Nos dicen que la oposición no acepta que el presidente del país no
firme el acuerdo con la Unión Europea y pide su dimisión. Hasta ahora no han
pasado imágenes de represiones violentas, pues los Medios prefieren dar la mejor
noticia: que Ucrania acepta las condiciones de la Unión Europea y desecha los
ofrecimientos de Rusia, o sea, la privatización del país a favor del Capital Dominante
Europeo.
Desde hace varios años la
situación económica de España y las presiones de la Unión Europea han llevado a
la desesperación a millones de ciudadanos que se han manifestado con enorme fuerza en
todas las ciudades españolas. En Barcelona han sido particularmente intensas
las manifestaciones. La represión ha sido violenta, hasta el punto de que las
pelotas de goma lanzadas por los anti-disturbios han anulado algunos ojos. Como
si no ver, o ver menos, fuera la imagen más elocuente para apreciar la
realidad.
Las más altas autoridades
europeas piden negociación con los opositores ucranianos. Ya está en Kiev la
representante de Relaciones Exteriores para impulsar las negociaciones, el
Secretario de Estado norteamericano acaba de llegar para aplaudir a los
opositores, y el máximo dirigente de la OTAN también ha expresado su
solidaridad con los manifestantes de la plaza de la Independencia.
Grandes sectores
poblacionales de Barcelona han visto en la independencia de Catalunya de España
una salida a la situación y todo parece indicar que ésta es la deriva que se
desea que miremos, como si con ella alcanzáramos toda la visión que, al
parecer, nos dejará ciegos en la lucha contra el Capital.
La Guerra Fría aún no ha
terminado… Aunque Rusia no sea la URSS, el plan sigue siendo someterla
completamente. El Capital no acepta medias tintas.
A Barcelona no ha venido
ninguna autoridad europea a ver lo que ha pasado y pasa. Cuando se han
expresado por la solicitud de independencia ha sido para deslegitimarla. Para ellos ya Barcelona pertenece a su reino y cualquiera otra cosa
carece de importancia, sobre todo cuando entienden que la ceguera está aliada a los máximos
representantes del Poder que protege al Capital. Son ellos los que finalmente
tendrán el derecho a decidir por nosotros lo que los anima: la privatización
más absoluta del pueblo catalán.
La Guerra Fría aún está viva…
Aunque los movimientos populares ya no tengan la misma impronta que en años
pasados, el objetivo del Poder sigue pretendiendo enterrarlos. El Capital Dominante
no concibe ni a pueblos ni a gobiernos ni a personas libres de él. Lo que pasa
en Kiev y en Barcelona es la guerra que siempre nos ha matado.