¿Habrá alguien en Cuba a favor del Bloqueo de EEUU? Tristemente, seguro que lo hay y más de uno... ¿Por qué no se manifiestan?... La pregunta es bien democrática. Y la respuesta también: no, ni siquiera solicitarían la autorización para manifestarse, pero si alguno de ellos la solicitara como normalmente se dan estos hechos en cualquier país del mundo, alguno de ellos también les diría que nuestro país no es normal…
Son muy claras las intenciones de la actual Temporada de ‘Estrenos’ en el Mayami contagiado por el sarcoma del odio: criminalizar a Cuba y a todos los que apoyan a su gobierno en cualquier parte del mundo. Algo bien triste: han barrido la dignidad que les aportó nuestro pueblo y han caído en la indignidad de las fuerzas más retrógradas de la emigración. A veces, estas actitudes le pasan factura al alma de los genuinos artistas de un pueblo, y en otras ocasiones esto no sucede. Y no sucede cuando, en alguna medida, ese pueblo magnánimo puede comprender que pasar hambre en Miami es más doloroso que parir una obra de arte.
Así, en la isla, ayudados por científicos nativos y por medicamentos desarrollados por tales ‘esclavos’, para muchos norteamericanos desafiando incluso la ley del Bloqueo de su país a Cuba, gritan, como la inmensa mayoría de los cubanos, ¡Venceremos! Sí, todos venceremos si creemos, más allá del nuevo fantasma del Comunismo que EEUU ha echado a andar otra vez por el mundo, que la Vida pertenece a la lucidez y la serenidad que significa la cooperación en todos los ámbitos humanos.
A ver, amigos, tengamos cuidado con las presiones al gobierno cubano. No por temor a ‘un oscuro funcionario’ o por posibles ‘descalificaciones’ a nuestra persona, sino porque, quizás, nos las hagamos a nosotros mismos por cierto protagonismo que en su día no aceptamos y ahora lo sufrimos. No diré nunca de no hacerlas, ni tampoco que no es ‘el momento oportuno’ por los innumerables conflictos que tienen todos los gobiernos del mundo con ‘el asuntico’ de la pandemia. Pero estimo que abrir un frente para defender ‘la democracia’ en Cuba puede llevarnos a creer que ella nos espera para enseñarnos unas estrellas que, solo al final, veremos que eran falsas.
Es la idea que Allen Dulles hizo grabar como el lema de la CIA en su cuartel general de Langley, Virginia, EEUU. Una idea que según algunos le fue sugerida por el célebre filósofo alemán Herbert Marcuse… Otros se la adjudican a Lassalle, Martí, Lenin, Rolland, Gramsci o a muchos otros que en general, en sus tantos recorridos y versiones nos ha quedado una muy significativa: “la verdad siempre es revolucionaria” y es, prácticamente, la que más se usa en las luchas liberadoras.
Mi querido y admirado cineasta Fernando Pérez, cuando le pidieron que enviara un mensaje a todos los artistas cubanos -vivieran o no en la isla-, sobre los sucesos del 27-N, y de ese 27-E ya más famoso que la misma Arca de Noé, expresó, a mi entender, algo que él y la inmensa mayoría de los artistas cubanos estamos diciendo, ya sea con nuestras obras, en el habla conversacional cotidiana o en las millones de reuniones y asambleas de creadores desde el mismo triunfo de la Revolución: “La libertad de expresión es libre o no es libertad”...
Ellas son todos los cantos y los goces. Ellas, las privilegiadas en el orden magistral del universo y las más jodidas en el desorden de la Historia. Ella, que durante milenios me cargó en su vientre, en un santiamén me liberó y mi grito fue como un ‘¿qué hago?’ Y Ella, la Madre que durante siglos me dio su savia nutricia junto al pan, el arrullo y los besos para que soñara, me despertó como una Hija naciendo de Ella.
Seremos baquianos y cantaremos una Bachiana brasileira del precioso Heitor Villa-Lobos. Nosotros, tú, él, ellos, ¡Y Ellas sobre todos los cantos y los goces! Ellas, las privilegiadas en el orden magistral del universo y las más jodidas en el desorden de la Historia. Ella, que durante milenios me cargó en su vientre, en un santiamén me liberó y mi grito fue como un ‘¿qué hago?’ Y Ella, la misma que durante siglos me dio su savia nutricia junto al pan, los arrullos y los besos para que soñara, me despertó.
