Sin dudas que soy un lector, y también emisor, de argumentos en contra del capitalismo, el imperialismo y de eso que para millones de personas es la única forma de vivir con normalidad: el idolatrado consumo de la propia vida, la vergüenza común y la diversión alienada entre nosotros mismos. Claramente soy un defensor de la Revolución Cubana y de todas las ideas y prácticas que han emanado de tantas luchas por el cambio del mundo y del ser humano. Pienso, igualmente, que aún son posibles la exposición y el razonamiento de nuevos argumentos.
Pero sé que ya tenemos muchos que más que a seguir exponiéndolos y razonándolos, nos invitan a su fértil estacionamiento en la cotidianidad de la vida, siempre difícil, pero que es donde único cantarán con mayor felicidad.
Ya el capitalismo ha creado con bastante fuerza sus vitrinas para la libertad individual. Muchísimos ya están dentro de ellas. Y muchísimos también ya funcionan como sus intelectuales para que no decaiga la entrada al supermercado del consumo de las vanidades. No está mal que, de vez en cuando, nos recordemos el barullo de esas vitrinas mediante la condena más explícita de sus contenidos y de sus pregoneros, pero resulta mucho más potente y efectivo que, uniéndonos mucho más todos los que defendemos la llegada de un mundo distinto, acerquemos nuestras imaginaciones hasta poder ir produciendo un río de sabiduría y de luz en el día a día que todos vivimos en cualquier parte del mundo. El caudal que seamos capaces de crear dará más satisfacciones a todos que cualquier argumento. Cada cierto tiempo debemos recordarnos que son las aguas la máxima fuente de la vida.
Abordar el camino de las transformaciones que podamos realizar siempre será el mejor argumento. Dedicarnos en demasía a seguir exponiendo y razonando los horrores del capitalismo, como a la condena de las posiciones que riegan sus agentes y sus simpatizantes, es entregarle, tanto al sistema como a sus portadores, una parte del río en que estamos trabajando.
(También publicado en El Periódico, Catalunya, bajo el título "Contra el capitalismo y el imperialismo")
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