lunes, 4 de febrero de 2019

El espíritu del ultimátum a Venezuela (A raíz de una entrevista de Jordi Évole al Presidente Maduro)

Que el presidente electo abandone al pueblo que lo eligió, que la lucha contra la pobreza no es primordial, que enfrentarse al “nivel de locura del imperio del Norte” es una moral retórica, que no debemos mirar a Gaza, pues bailar en Arabia es más glamuroso, que acepte el ultimátum.

Pausa donde el menosprecio y el sarcasmo se hacen evidentes, porque una cacería de elefantes es un asunto baladí en comparación con mandar a callar a Chávez, porque la obediencia a Trump no es el nuevo colonialismo de esa Unión Europea a quien sí hay que preguntarle por Turquía, etc. etc...

Que la emergencia humanitaria es visible en los que se van de Venezuela, que no importan las otras inhumanidades que tanto abundan fuera de Venezuela, que de la guerra económica que sufre Venezuela no hay que culpar a nadie, que acepte el ultimátum.

Pausa donde no sabe qué pensar del dolor de los pueblos humillados y obligados a la pobreza por el constante saqueo de sus riquezas naturales, la misma que arrastran las caravanas que recorren Centroamérica o de los enterrados en el Mediterráneo, etc. etc...

Que la dignidad de un pueblo es una broma, que admitirlo es de valientes, que lo que le hace Venezuela a la Izquierda Occidental es un ataque atómico, que resistir a Goliat es un espejismo inútil, que dejarse robar y matar es más útil a las causas populares, que acepte el ultimátum.

Pausa muy triste, porque cree tener toda la verdad, porque estamos frente a un condenado por la sublime Comunidad Internacional y así se puede ser hasta gracioso, porque el espectáculo de una verdadera resistencia está en baja audiencia, etc. etc...

Que Guaidó puede ser la solución frente a Maduro es una legítima odisea, aunque sea la mayor vergüenza del mundo con un país libre y soberano, que acepte el ultimátum.

Pausa terrible, porque estar bien informado ya no es necesario y no entendernos es mucho más fácil que aceptar la mentira, la indiferencia hacia la realidad venezolana, latinoamericana, tercermundista y planetaria, etc. etc...

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