Podemos entrar en la boca del león por propia iniciativa o porque sea él quien nos lleve a ella, pero siempre he creído que si hay que entrar -y evidentemente nos espera-, es mucho mejor hacerlo con decisión y con el coraje imprescindible. Las fauces a que nos enfrentamos pueden ser terribles, pero mucho más horrendas pueden ser si nos toman por sorpresa. Y no nos engañemos, porque sería lo peor, no solo es la bolá de Obama y Chanel, sino mucho más y hasta el chándal de Adidas que usa Fidel.
Desde aquellas sesiones en el año 61 con las célebres palabras decisivas: "Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho", no había otra experiencia en el compromiso con la Revolución Cubana de tan amplia envergadura. Es lo que ha suscitado Iroel en su blog La pupila insomne contra el proyecto `Cuba Posible´y que han enriquecido Luque, Ubieta y Sin Permiso. Siento una gran certeza en Ubieta cuando afrma que "La Cuba real contiene, al menos, dos Cubas posibles: la neocolonial e injusta del capitalismo dependiente y la de un socialismo revolucionario, más eficiente y democrático, pero real, por el que no dejaremos de pelear."
Posibilitado el triunfo revolucionario de la Cuba posible y "por el que no dejaremos de pelear", ahora nos llegan los pasos de otra Cuba posible que, como refleja este debate, no hemos subestimado. Un debate a múltiples bandas y ninguna de ellas tiene fecha de caducidad. La situación actual es más compleja que la del 61. Aún con el poder revolucionario consolidado, la realidad cubana exhibe ese raro lugar donde unos la definen en el centro y otros no vemos ni verdad ni bondad en tal sitio. Otra vez la Patria viene con nosotros y, gústenos o no, hay que afilar muy hondo la sabiduría y el cuidado en los argumentos, las palabras, los comportamientos y sus interrelaciones. Mientras mayor sea la unidad que alcancemos, mejor estaremos. Todo está listo. Ha llegado la hora del león y para cualquier cubano solo cabe salir airoso de sus fauces.
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