(A partir del debate suscitado por el artículo "Lo viejo, lo nuevo y lo feo en el periodismo bifronte", de Carlos Luque, en el blog cubano de Iroel Sánchez La pupila insomne, escribo al comentarista Michel estas palabras).
Estimado Michel, todos tenemos una sola vida y en ella sembramos y cosechamos todo lo más hermoso que imaginamos y realizamos. Así nos encontramos con las más diversas actitudes. Y siempre juzgamos, es una tarea humana, aunque muchas veces "la magia" -en forma casual- nos envuelve. No sé si en mí opera algún efecto mágico -en forma de mis ideas y mi experiencia vital- para asumir, también como un dogma de nuestra época, que el capitalismo como sistema de vida ya no tiene nada que aportarle al mundo.
Sigo con mucha atención todos los pasos con que nuestro país, por la geopolítica mundial, se interrelaciona con ese sistema. No sé qué efectos tendrá en el futuro, pero sí sé algo de los que está causando ahora: algunas de las ideas que dices me suenan que van por ahí. Y no estás errado, es lo que ves con toda "la lógica" de los problemas que vives. Yo, por vivir fuera de Cuba, veo otra "lógica". No creo bueno que nos pongamos a polemizar sobre cuál es la verdadera. Viví en Cuba hasta el año 2 mil, todo lo más destacado del periodo especial, y vine acá a realizar un proyecto a través de la UNEAC, y por complicaciones familiares aún sigo por aquí. Ya en años anteriores había conocido parte del mundo, pero residir en distintos países me fue nuevo y aumentó mi conocimiento del mundo. Seguramente que ello influyó en mis ideas sobre el capitalismo, desde Honduras e India hasta Barcelona y Ottawa. Lo más destacable en mis observaciones fue el constatar QUE GRANDE Y BELLO ES EL PUEBLO EXIGENTE DE CUBA, EL MÁS EXIGENTE DEL MUNDO.
Pero, lógicamente, sentí que no todos los cubanos ni millones de seres humanos de tantos otros países podrían vivir la experiencia y me apenó. Por ello el 1 Mundo se blinda ante la emigración. No podría resistir el golpe inmenso de su indiferencia con las mayorías de seres humanos que no lo ven. Pero, ya, después de la desaparición del Campo Socialista del Este Europeo, al capitalismo le va dejando de interesar la complicidad de esa parte privilegiada del planeta y en sus propias narices está creciendo el abandono humano y los grandes poderes del capital no saben qué hacer cómo, con la indiferencia anterior, implantarla entre sus anteriores cómplices. Hace casi 1 año que el Reino de España no tiene gobierno. Catalunya y Euskadi reclaman su derecho a decidir al Estado Español. Y en el resto de las sociedades capitalistas desarrolladas las posiciones se polarizan precisamente por no aceptar la indiferencia en ellas. La indiferencia en la inocencia se va perdiendo en todas partes. De ahí que el capitalismo, a través de sus gigantescos recursos, promueva otras preocupaciones, sobre todo, cegar los ojos y enturbiar las mentes. Lo hicieron con las llamadas "primaveras árabes", las guerras emprendidas en el Medio Oriente, el acorralamiento a Grecia, la desaparición de informaciones sobre África, las truculencias para juzgar a Rusia y China, las desestabilizaciones de todos los gobiernos progresistas latinoamericanos, el nuevo método contra Cuba para acabar de destruirla, y no por elección de Obama, sino porque a Cuba se acercan todos los que no han querido ni quieren sostener la indiferencia en el mundo.
En fin, esta es mi opinión de lo que veo y la lógica que le aplico. Seguro que tú ves otras cosas y estás en todo tu derecho para exigir otra lógica, PRECISAMENTE PORQUE, EN MUCHO Y EXIJAS LO QUE EXIJAS, ESTÁS EN ESA PARTE DEL MUNDO QUE ACABÓ CON LA INDIFERENCIA. ¿Qué quiero decirte en definitiva? Algo, creo, bastante sencillo: que estés donde estés, nunca olvides que Cuba es eso. Y que vayas donde vayas y tengas la suerte que tengas, defiendas esa lucha contra la indiferencia. Lo contrario es lo que más he sufrido y sufro aún -sin espantarme, desde luego- en mis viajes: Ver cómo algunos cubanos formados por la Revolución no solo en sus profesiones y cálidas sensibilidades, sino también, y sobre todo, en la lógica de que tienen, como todo ser humano, todos los derechos a vivir dignamente en cualquier parte del mundo, no defienden esa lógica cubanísima que cada vez más asume todo el planeta (y que el capitalismo les niega). Siempre mi abrazo.
"Lo contrario del amor no es odio, es la indiferencia. Lo contrario de la belleza no es la fealdad, es la indiferencia. Lo contrario de la fe no es herejía, es la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia entre la vida y la muerte". Son palabras del escritor Elie Wiesel, superviviente de los campos de concentración nazis, ¡si no habrá sabido del horror a que puede llevarnos la indiferencia! Gracias por tus palabras, Andrés, muy necesarias en estos tiempos que corren.
ResponderEliminarMuy bueno su comentario Libélula....
ResponderEliminarSolo aterrizando en el blog y comenzando a analizar que necesidades humanas busca cubrir el mismo.
PD: No puedo dejar de decir que no pude evitar mi gran expresión de sorpresa a ver que salía mi nombre en entre los artículos.
Saludos