lunes, 26 de septiembre de 2016

Los ejércitos visibles

Todos nos erizamos ante la posibilidad de que engrosemos algún ejército contra Cuba. Por ello no basta la alerta del agravamiento de un problema que, aún siendo útil el aviso, necesita una mayor creatividad en su visión para conjurar sus peligros. Es demasiada la agresión que aguanta Cuba de los Estados Unidos para ignorar que ahí está la raíz de sus entuertos.

Si bien el ejército de cansancio, decepción y desánimo ante el proceso revolucionario es importante, lo es más el que se despliega en el campo de la percepción de la realidad, su expresión pública y las soluciones que se aportan. Es curioso que se elogie la magnífica obra revolucionaria en la Educación, alertando del riesgo de su deterioro, y se concluya que un salario digno para los maestros solucionaría el problema. ¿Puede Cuba hacerlo con todos sus trabajadores o con tal solución destruimos el elogio? Igual cuando pensamos que, con todas las ventajas que tiene un emigrante cubano con la ley norteamericana, muchos, sobre todo jóvenes -aunque mucho más los viejos con todo lo que les dan-, no sean tentados, en medio del agobio que viven, a probar la suerte de sus vidas. ¿Por ello se vacían de todo lo bueno que han hecho en nuestra historia?

La Revolución Cubana destina sus pocos recursos a ayudar a los más débiles. Ello significa, aceptando con orgullo que nuestros médicos atienden a cualquiera en el mundo, la certeza de atender a todos los cubanos donde quiera que estén y piensen lo que piensen. Ningún cubano puede quedar desamparado ni verse a sí mismo como un enemigo de su Revolución. En algún futuro o ya mismo, esos cubanos podrían reforzar nuestro más entrañable ejército: el que ganó el poder por haber creído en el ser humano y querer que este prevalezca sobre cualquier otro interés. El emigrante y el desanimado con su vida es la expresión más acabada de estos tiempos tan turbios en que unos países se arrogan el derecho de vivir a costa de que otros sufran, mueran o se hastíen de sus luchas liberadoras.

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