EEUU suspende la política de “pies secos, pies mojados” por la que privilegiaba la entrada de cubanos al imperio por encima de cualquier otro emigrante. Igual suspende el “Programa para captar personal médico cubano” en sus misiones humanitarias en el Tercer Mundo. Quedan en pie la ley de ajuste cubano y el bloqueo para momificar el ejemplo triunfante de Cuba. Parece que en tiempos peligrosos para el sistema por el auge de entidades y de personas de buena voluntad en su conciencia y actitud hacia el Tercer Mundo, EEUU tenía que ofrecer un gesto de “generosidad”.
Hipocresía y mezquindad se visten de lujo cuando, después de 8 años en el poder y faltando días para su retirada y no convenir la llegada de Trump al escabroso orden mundial que comanda EEUU, Obama intenta borrar la criminal política de EEUU contra Cuba.
La descomunal campaña contra Trump resalta la “grandeza” del figurante que parte a otras áreas del sistema. Y, más allá del escándalo hollywoodiense de los hackers y las supuestas intromisiones de Rusia contra “la nación imprescindible americana”, apenas se nombra el belicismo que contra el mundo reparte en las fronteras rusas “el mejor presidente de los EEUU”, el mismo que, tras el confeso torturador de los presos de Guantánamo, inició un liderazgo guerrerista en Afganistán y Venezuela, con Premio Nobel incluido, para limpiar la mugre de la cultura democrática en el imperio capitalista.
Puede Cuba no ser la opción para una parte del mundo, pues no es creíble que esta soportaría los sacrificios que ha significado y sigue significando la resistencia cubana y que EEUU le impuso y sigue imponiéndole para destruir el proyecto socialista. Pero Cuba aguantó y, aún en medio de grandes dificultades y contradicciones, sigue aguantando y enviando médicos a múltiples países del Tercer Mundo. A Cuba se le puede mirar por todos lados, pero jamás para criminalizarle la humanidad que significa. Defender a Cuba es defender al mundo de la vergüenza en que EEUU lo inscribe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario