La Humanidad pareciera como si se relajase en su constante búsqueda del mejoramiento humano. Todavía sigo viendo como uno de los mayores crímenes cometidos en este año 2011 el cambio de régimen efectuado por los poderosos en Libia. ¿Ya todo estaba preparado? Es muy posible. ¿Qué habrán preparado para el 2012? El presidente venezolano Hugo Chávez nos deja la reflexión sobre la posibilidad de que las graves enfermedades que azotan a diversos mandatarios latinoamericanos constituyan un plan del Imperio. No sería nada extraño en el que ha desarrollado tantas armas bacteriológicas. Su perversión no tiene límites. Siempre están trabajando para encontrar la más completa exterminación de aquellos que se oponen a su concepción de la vida. ¿Qué veremos el próximo año? Para nosotros, los débiles, sólo quieren que observemos. ¿Podremos reflexionar y levantarnos contra los mayores criminales de nuestra querida y necesaria Especie Luchadora?
Por todas partes los poderosos esgrimen la defensa de los Derechos Humanos. ¿Para quiénes? No creo que a ninguna persona le agrade vivir mal. ¿Todos tenemos alguna responsabilidad en ello? Seguro que sí. Hasta por el instinto animal de conservación la defensa es una legitimidad que nos otorga la condición humana. Si en ella cada cual sólo se ve a sí mismo, los crímenes continuarán. ¿Qué podría detenerlos? Pienso que ello será posible si creemos que lo sucedido en Libia también puede pasarle a cualquiera de nuestros países. Si creemos que nuestro Poder, el de los débiles, siempre es más fuerte que el de los poderosos, sencillamente por la cuenta de que somos la inmensa mayoría de los habitantes de la Tierra, siempre avanzaremos algo.
Cada ser humano debería tener la suficiente capacidad de unirse a otros para combatir los crímenes del Imperio. Resulta la única forma de salvarnos, porque cuando acaben con los países y los gobiernos que le sean incómodos, vendrán por cada uno de los individuos indignados ante sus procedimientos. Que a nadie le quepa la menor duda: por cada país o gobierno que, al ofrecer hasta la más pequeña preocupación a los dictados del Imperio, sea eliminado, más limpio él encontrará el camino para eliminarnos a cualquiera de nosotros.
Podremos seguir imaginando la perfección de un país o un gobierno, podremos seguir combatiendo los errores que cometan aquellos que en algo se acercan a las mejores ideas del ser humano, pero lo que nunca podremos hacer es ponernos al lado del Imperio. Podría tildarse esta aseveración como puro maniqueísmo. Desgraciadamente es así, y son los poderosos los que nos la imponen. No nos hagamos más ingenuos de lo que pretenden que seamos. La perfección social es una batalla muy larga y siempre habrá que irla buscando, pero no creamos que nos acercamos a ella eliminando a los que la intentan. No veamos mayores errores en ellos. Son superiores los del Imperio, y al Imperialismo, como decía el Ché: "ni un tantico así".
Por todo ello y por tantas cosas más, vaya el mejor recuerdo a la Libia sacrificada en este año 2011 que termina y que podamos extraer la lección. Cuando se trata de la guerra que le está haciendo el Imperio a todo lo que le incomoda, tenemos que saber ver, aunque nos duela, el frente que nos corresponde. Siempre es duro aceptar a los que, entre nosotros, se equivocan, fallan, desvirtúan el camino, pero siempre será más duro aliarse con su asesino. Apenas sin darnos cuenta, es lo que hemos hecho todos, en mayor o en menor grado, en este año 2011 con Libia. Los Grandes Medios ya no dicen nada sobre aquel país y nosotros tampoco. Nos han impuesto el olvido, y con él, nos han hecho más débiles. Cuidémonos en el 2012. La operación puede volver a repetirse. Y si continuamos así, muy pronto los poderosos habrán logrado que no nos rebelemos ni por los ojos que nos quiten: aceptaremos que ellos tienen el Derecho Humano a vivir y nosotros el Deber Humano de dejarlos vivir como ellos han decidido, o sea, sin nosotros.
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