Si sin Mas no habrá inicio de la independencia, con Mas tampoco. Es bien conocido lo que piensan el Capital y Europa de las independencias. Ya vimos lo sucedido con Grecia y no supimos ser griegos. Entonces resulta extemporáneo que sigamos pensando que con Mas iniciaremos la desconexión. A lo más que podemos aspirar con Mas o sin Mas es a un posible referéndum acordado con España que, gane lo que gane, nos mantendría en una situación semejante. De ahí a considerar que si nos vamos a entregar a una lucha con real sentido de cambio, con el sacrificio de todo tipo que las luchas verdaderas entrañan, sería bueno entender que solo yendo a las raíces nos acercaremos a la realidad.
Pero hoy ha hablado Dios: dice que la CUP lo excluye, lo veta. Porque la CUP representa una revolución de súper izquierda que nunca reinará en este país, bueno, la CUP, no, sino la mitad de la CUP que no quiere rezarle. Y este país necesita rezos para poder ser país...
¿Quién le dijo a Mas que la CUP quiere excluirlo o vetarlo? La CUP ha reiterado mil veces que su posición ni lo excluye ni lo veta, sino que exclusivamente estima que otro candidato podría ampliar el independentismo y que él estaría en un puesto muy destacado. Pero, no, Mas no acepta ser otra cosa que no sea el `President'. ¿Y a esto Mas llama que la CUP no tiene sentido de país y que él sí? Y consultar al pueblo es un riesgo muy grande... ¿Es que el pueblo no sabe repetir de nuevo lo que quiere o es que realmente tememos oírlo otra vez?
El 11 de enero Dios estará obligado a convocar a nuevas elecciones si antes la CUP no le reza. Y Dios está disponible a toda hora y en todo minuto para escuchar el rezo de la CUP.
Entonces, como hoy es un día para soñar, sueño: Queridos Reyes Magos de Oriente, ustedes que vienen de ver al niño refugiado en el establo, ¿es este que nos habla sin creerse hombre en esta dolorosa tierra? Por favor, nos hemos portado bien, regálennos mañana volver a la realidad.
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