domingo, 25 de octubre de 2015

Noticias espantosas


Acompañados por los invencibles oráculos griegos, todos adivinamos la enorme probabilidad de esta noticia de hace unos días: “Decenas de trabajadores de la aerolínea francesa Air France penetraron en la sede del grupo y agredieron a miembros de la dirección en el momento en el que desgranaban su plan de ajuste, que incluye el despido de 2,900 empleados. Mientras que el presidente de Air France abandonaba de forma precipitada el lugar al ver entrar a los trabajadores, estos rodearon al director de recursos humanos a quien desgarraron la camisa.”

Cuando los bancos y las grandes empresas del Ibex 35 de Madrid, en plena crisis económica que arrasa a la mayoría de la población, anuncian los millones que ganan en un año y estos son aún más que los ganados el año pasado y muchos más que el anterior, se está incrementando la barbarie en la sociedad que paga al “parado” de larga duración 426 euros mensuales un año sí y otro no y a veces nada. Así el trabajador desechado por el apetito de los grandes mira el crimen que se perpetra contra él. Pero, evidentemente, el “parado” sólo será noticia si comete un acto de locura, igual que el acto que significan las ganancias del Ibex 35, excepto que este, en vez de locura es un prodigio gracias a que los “parados” y los “agachados” que aún trabajan por el salario que les bajan están paralizados. Toda la sociedad se desvanece frente a los crímenes legales que suceden. Se habla de una renta universal y de otras mil formas para paliar la desigualdad económica que crece, pero todo se acaba con palabras: no hay dinero y el Ibex 35 es muy inconforme. Esa es la gran noticia: el dinero debe estar parado, igual que los “parados”, para que continúe creciendo y a nadie se le ocurra preguntar por donde se mueve.

Se sabe que todas las personas han de tener los medios imprescindibles que le permitan ejercer la tan nombrada democracia que tenemos. Es la única posibilidad para exaltarla con la libertad mínimamente necesaria en el también tan nombrado y defendido Estado de Derecho. Sin esos apremiantes recursos no hay democracia ni libertad ni Estado de Derecho ni la más simple solvencia moral en una sociedad. Y no se trata de ofrecer una ayuda, un favor o una compasión para que los trabajadores sigan parados o agachados. Tampoco se trata del loable gesto de compartir o distribuir el bienestar. Se trata del deber que ha de tener un país con todos los que han propiciado, directa o indirectamente, la creación de sus riquezas. Cuando ese deber no se cumple, ¿cómo pretender que exista el culto a los valores humanos que sustentan, o que al menos propician, una convivencia social que aleje a las bestias? Vivimos en una cultura que fomenta y reafirma en sus ciudadanos el más absoluto salvajismo. Cuando un país se porta como las bestias, bestias tiene. ¿Lo sabíamos, verdad? Mientras exista la pobreza no debemos continuar en la competencia sobre cuáles son las noticias más espantosas de cada día. Son las mismas desde hace un buen tiempo: el linchamiento de los pobres es el gran acto de los ricos para que los trabajadores asuman su agonía y no piensen, parados o agachados, que siempre son ellos los que han de moverse.

viernes, 23 de octubre de 2015

La admiración


Aleida Guevara, una mujer de las luchas de Cuba, expresa la hermosura de estar en Catalunya y saber que, a pesar de los retos que tiene esta parte del planeta en estos momentos, hay un espacio, un tiempo y unos deseos para la solidaridad con otros pueblos. Podría agregarse que si eso no existiera, ¿valdría la pena ser pueblo? Justamente se es pueblo cuando se aman a los otros, cuando se ofrece el aporte magnánimo para el sostén de la humanidad que nos integra a todos. Los que se opongan a ese aporte de valores humanos sólo están provocando pesadillas que la historia siempre corrige. Cuando sólo se persiguen enconar intereses no hay pueblos, sino multitudes. Por solidaridad y fraternidad vivimos.

La mujer que este miércoles ha pasado por el programa Els Matins de TV3 cuenta de su experiencia como médica en Ecuador y se emociona al recordar cuánto sintió que debía aprender de aquel pueblo, sobre todo el amor a la Tierra que allí reina y se proyecta a cada ser humano. Cuenta también cómo dos niños cubanos conversan sobre el por qué llorar la ausencia de la madre cuando esta cumple el sagrado principio de la buena relación entre los pueblos. Y a la pregunta de la entrevistadora sobre si valía la pena la vida del guerrillero que lleva unas armas y está expuesto a morir, esta mujer contesta que ese hombre y sus compañeros “hicieron lo que creían que tenían que hacer, porque ellos tenían un ideal, un objetivo en la vida, y que, aún sin que lleguen a ver el resultado, comienzan un movimiento que demuestra que sí es posible cambiar este mundo, que sólo tienes que dedicarte a ello, por lo que no es algo que podamos criticar, señalarle, pues es algo que debemos respetar, ya que ellos fueron consecuentes con lo que pensaban y lo hicieron con el mejor de los deseos, y ahí sólo hay espacio para la admiración”. Ella es hija del Ché, el hombre que murió en Bolivia por un ideal y que nace cada segundo en todo el mundo para que encaucemos con vehemencia la coherencia de lo que pensamos.

Esta simple cubana tiene una apretadísima agenda de encuentros por todo el territorio y en todos ellos, como en esta propia entrevista, ofrece su visión del país bloqueado por los Estados Unidos de América en más de 50 años. ¡Más de 50 años! La salvaje relación que con la isla fundaron y aún mantienen los gobiernos del gran poder mundial le han traído a Cuba unos daños inmensos. No cabrían en esta corta nota señalarlos. Pero baste decir que, a pesar de ellos, las ideas y las luchas de Cuba siguen existiendo en su pueblo y se levantan cada mañana con los sueños de todos los que sabemos que no se le puede dar “al imperialismo, ni un tantico así” si se quiere ser pueblo y admiración en vez de llanto: en vez de llanto por los espurios intereses que nos degradan. Todo por un Sistema que no celebra la vida, sino que la transforma en un buitre que nos destroza. Por eso el Ché no murió como esa persona que se suicida por la locura que le produce el desahucio de su casa. El Ché se expuso a la muerte para defender el festivo nacimiento de la vida: siempre en contra del espanto, de la locura y de la inercia en que aún se encuentra el mundo. Por eso no podemos criticarle ni señalarle con el índice el peligro de vivir. Por el Ché debemos felicitarnos con la admiración que nos despierta para la lucha.

domingo, 18 de octubre de 2015

Catalunya respira


Esa Marca España, esa Marca Barcelona, como si fuéramos países empresas, pueblos empresas, ¿y los sueños? Empresas también que ganan o pierden y salen del Sistema. Mientras dure la firmeza anticapitalista, el insaciable apetito de Convergencia comiéndose a ERC no podrá merendarse a la CUP. Las derechas de CDC y del bipartidismo español están llamadas a levantar la patriótica “manta de Pujol”. Pero si no lo hacen, nosotros podremos someterlas al examen público para ver todo lo que hay que repudiar y todo lo que hay que construir. Una sorpresiva noticia es que Ada Colau impulsará la candidatura de izquierdas para las elecciones generales del 20D. ¿Con los argumentos esgrimidos por Barcelona en Comú se vuelve al inicio? Muchos creerán que ello dinamitará el independentismo y no bucearán donde están la politiquería, la corrupción y los usurpadores de los privilegios. ¿Impedirán los descalificados del “sí se puede” que el bienestar primer mundista sofoque el entusiasmo original?

En TV3 -donde se sabe muy bien de qué va todo por ser la cadena de TV que da relevancia al proceso-, resultó muy singular el espasmo de la entrevistadora de Els Matins cuando a su interrogante si en Catalunya se daban las condiciones para una desobediencia colectiva, el diputado de la CUP Benet Salellas le contesta que sí. Ambos conocen la incerteza de tal situación, pero mientras el cupaire confía en la ampliación de la izquierda, la periodista recuerda la solicitud de unidad con Junts pel sí que le pedían a Antonio Baños durante la desfilada al Tribunal. Muchos independentistas no se han percatado de su campaña publicitaria, pero el marketing ha funcionado muy bien con toallas, alpargatas y cuanto objeto y lugar venda el ideal implantado en la enajenación del consumo. Ahora entenderán que estaban abriendo el sueño a las mismas puertas del infierno y que hay que salir de la Marca, de la empresa, del Sistema, para poder recuperarlo. La CUP se los ha hecho ver, pero los seres humanos, grandes amantes de la precipitación, a veces no entendemos que la historia siempre nos devuelve a la realidad.

¿Constituirá un Podem en Comú para las generales la real respuesta de la sociedad catalana implicada o no en el independentismo para asumir que este es el mayor desafío al Sistema y no el musical de las coreografías y los discursos? Sabemos qué ha sido de Syriza en Grecia: la inmensa fuerza de la UE, el FMI y todo el actual Estado de Derecho para hundir la ilusión de los pueblos. Cuando sintamos que la nacionalidad es la gran estafa de la Europa del Capital, podremos mirar esa fuerza. Cuando nos dé igual ser griegos que refugiados musulmanes la fuerza ya estará en nosotros. Entonces las clases populares, como cree la CUP y grita la realidad, definirán el proceso a la izquierda. Para que eso no pase, mandan los Mercados. El paso de la alcaldesa del cambio hace que el cuerpo respire y eso otorga el necesario reposo para que el espíritu fortalezca su identidad. Si Syriza, Podemos, la CUP, el independentismo y Barcelona en Comú van solos, seguiremos en el laberinto donde nos perdemos, pero juntos son el hilo de salida. Por eso ahora, volviendo al justo derecho a decidir, y a decidirlo todo, Catalunya respira.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Las víctimas de la indiferencia


Ayer martes 13 de octubre se trasmitió por el Canal catalán 3/24 una tertulia sobre el 9N en Catalunya y luego se presentó el programa de reportajes El Món, donde pudimos saber las formas y consecuencias de la extracción del coltán en el Congo y la ampliación del principal puerto de Colombia en la ciudad de Buenaventura. ¿Qué relación hay entre poner las urnas en Catalunya, extraer un mineral en el Congo y ampliar un puerto en Colombia? Superficialmente, ninguna, pero profundamente, muchísima. Los tres lugares, como todos en el mundo de hoy, están súper conectados para aumentar el dilema entre ellos: el bienestar, la riqueza y la paz en una parte y el malestar, la miseria y la violencia en la otra parte. Y en ambas la degradación deshumanizadora, principalmente propugnada desde esa parte cómoda, rica y serena que ni en sí misma se fía. Mientras no se conecten en comprensión, cooperación y fraternidad no habrá humanización posible ni solución a la perversión que vivimos entre todos.

Las urnas del 9N significaban, desobedeciendo al Tribunal Constitucional Español, empoderar el derecho de una destacable cantidad de catalanes a ser consultados sobre su status de vida. ¿Alguien puede pensar que el coltán que empresas del Primer Mundo extraen del Congo no tiene nada que ver con la falta de empoderamiento del pueblo congolés? Así llegamos a la misma cuestión con la ampliación del puerto en Colombia, pero esta con mayor cercanía conocida, al realizarla el Grup TCB de Catalunya. Y no es este el único enlace de empresas catalanas con desmanes en países que denominan bananeros. Su objetivo es llevarse la mayor cantidad de tipos de plátanos sin importarle si la comunidad afrodescendiente del puerto de Buenaventura sea consultada en su derecho a decidirlo.

La serena y altiva desfilada del gobierno regional catalán por las calles de Barcelona hacia el Tribunal de Justicia en apoyo de las autoridades imputadas por el 9N es muy singular. Algo parecido en el Congo sería masacrado mientras en Colombia sería impensable si no se quiere engrosar la enorme lista de desaparecidos. Se conoce la violencia y la muerte que fomentan el coltán en el Congo y el puerto en Colombia. ¿Por qué permitimos que empresas con sede muy cerca de nuestras casas realicen afuera lo que no queremos ver en las nuestras? ¿Es que realmente creemos que nuestros derechos están desligados de los de otros? Para muchos “el empoderamiento de Catalunya es el mío y el de los demás que se las apañen”. Mientras ello esté vigente, las autoridades que nos gobiernan no quitarán protección a las grandes empresas adonde girarán al final de sus mandatos: otros también aspiran a ser ricos.

El mundo se transformará por la brutalidad, la rabia y el caos o por la educación, la bondad y la inteligencia. Si los Estados existentes o los nuevos por fundarse no ven la señal, el empoderamiento de sus pueblos será irreal. En el horizonte, y hasta en la esquina, aúllan las víctimas de la indiferencia.

lunes, 12 de octubre de 2015

La vergüenza o el pasatiempo


La conferencia política de la CUP dejó muy claro una cosa: sin ellos, aún siendo tan pocos, no hay salida humana al proceso independentista que vive Catalunya, porque lo mejor de este fervor es su humanidad y no sus banderas ni sus fiestas. Tramo por tramo en las grandes movilizaciones aparecían los refugiados de los mil tipos de desahucios que genera el Sistema. Un Sistema que, contra lo que pudiera parecer, exige ir por delante y sin pedir permiso por delante va con apoyos suficientes.

Cualquiera otra cosa que se quiera interpretar en las palabras de los hablantes, incluso en sus términos de viabilidad económica, política y social, estará marcado por una honda disminución de la memoria. Si aquellos que reclaman sus legítimas ansias de fundar un nuevo Estado sólo piensan en la creación de una “mini España” con sus derechas, sus izquierdas y sus pectorales, con sus ricos, sus pobres y sus marginados, con sus Bancos, sus grandes empresas y sus desechables asalariados, con sus pomposos festejos nacionales, su armada invencible y sus coqueteos con la gloria, y no les pasa por la cabeza que ya es hora de inaugurar, a pesar de los sacrificios, los abandonos y las turbulencias del pensamiento, la liberación de las clases populares, lo mejor que podrían hacer sería parar el reloj de su tiempo y mirar con los pueblos que devasta el Capitalismo cómo entenderse con estos de la CUP. Sólo con la comprensión de estos paisajes podremos quitarnos todos juntos las espinas del alma. Es una vieja entelequia querer salir de un Estado vergonzoso para construir otro de la misma calaña. Quitarle vergüenza a la independencia es crearnos una mística del pasatiempo continuo.

Es muy posible que a muchos les cueste la mayor risa de la vida creer que todavía pueden tener frente a ellos a alguien con ganas de ser hermano. Porque cuesta, cuesta muchísimo creerlo, pero si no creemos en ello como cree la mujer encinta en la feliz llegada de un hijo, nunca tendremos hermanos. Y no se trata de una vocación para ser héroes o mártires de una épica contra el Capitalismo, sino de la seria y responsable devolución al pueblo de toda la soberanía por la que trabaja para sostener la vida colectiva. No es una razón de ultra radicales de izquierda, es el salto desde el abismo en que unos pocos han concebido la existencia de la inmensa mayoría. No es una guerra entre comunistas y capitalistas en la que ambos podrían decirse “cállate, que tú también tienes tu historia”. Se trata de avanzar hacia nuevas imaginaciones en la infinita incertidumbre de las luchas por una mejor humanidad y donde si sucumbe la respiración de los anti-sistema, como buscan o tolerarían otros muchos, sólo nos quedará el olvido, la indiferencia o la resignación hacia el chantaje con que nos ahoga el Capitalismo.

Los de la CUP siguen buscándonos para que la Revolución que cantamos sea verdadera y funcione. Si también ellos se corrompen no culpemos a la Banca usurera, ni a las Transnacionales insaciables, ni a los políticos del fango. Seremos nosotros mismos, como míseros trabajadores de la sumisión al Sistema, quienes los ejecutaremos porque no fuimos capaces de verles la esperanza, lo imprescindible para ir por delante con vergüenza. No valen sólo las sonrisas, los emocionantes discursos, las olímpicas exhibiciones y el desafío a la ley. Si la fraternidad no se alimenta, la selva aumentará su divertido banquete con nosotros. Ahora empieza el tiempo real a ver quién vive: la vergüenza o el pasatiempo. Y lo más destacable: en cualquiera de las elecciones vamos a morir todos, pero elegimos cómo vivir.

sábado, 10 de octubre de 2015

En el Premio Nobel y en el cultivo de la mandarina

El Sistema Capitalista nos toma a todos como embutidos y sólo nos deja elegir qué clases se adaptan al dinero que paguemos. Un Sistema cuya mayor cárcel es precisamente el criterio de que somos simplemente embutidos. Un Sistema que sólo espera de nuestras decisiones el mejor comportamiento que se estila en las guarderías. Un Sistema donde el culto a la fuerza de los poderosos es la máxima libertad que el llamado Estado de Derecho nos concede.

Pero aquí vivo y aquí, según el Sistema, soy una valiosa individualidad libre, fuerte, humana y muy preparada para el reparto de posibilidades para ver todo el mal, el odio y el horror que constituyen el Comunismo, la Unión Soviética y hasta la Rusia de hoy que, según el turbio manejo de las realidades y las personas que hacen los Medios, son la quintaesencia misma del infierno. Porque los infiernos que tienen los Estados Unidos, las potencias europeas y todo el Sistema Capitalista Mundial no son tales, sino errores, simples errores, aunque sean gravísimos errores, como el recién bombardeo del hospital de Médicos sin Frontera en Kunduz, las constantes intervenciones militares alrededor del mundo, los cambios de régimen según les convenga, los ahogos económicos a quienes les estorben, las guerras mediáticas a quienes les son mínimamente incómodos, los horrores de las cárceles secretas, los ejemplos dantescos de Abu Ghraib y Guantánamo, las incesantes masacres en centros de estudios estadounidenses, el más inquietante espectáculo sobre lo que pasó en Fukushima y aquellos hongos atómicos inolvidables que Estados Unidos produjo en Hiroshima y Nagasaki. Todo lo que se atreven a explicar, que increíblemente justifican para nuestra tranquilidad, son errores naturales que están dentro de los daños colaterales que el Bien y el Amor puede cometer por la salud de la Gran Democracia que gozamos. Lo demás, lo que no explican, porque ya lo sabemos, es ese día a día que nos muele el cuerpo y la mente de acuerdo a la factura pagada y luego aparecemos en los mercados con las diversas clases que pudimos elegir para gloria del gran surtido de embutidos que ofrece el Sistema.

Y termino el artículo sobre el reciente premio Nobel de Literatura que, según nos dice el diario catalán La Vanguardia y que probablemente participan de ello los lobbys que trabajan en el Premio Nobel y en el cultivo de la mandarina -pues están en todas partes intentando desviarnos de nuestras luchas-, ha sido otorgado a la reportera bielorrusa Svetlana Alexiévich que en 2013, a raíz de recibir el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes, declaró a la agencia EFE que "el hombre soviético no ha desaparecido. Es una mezcla de cárcel y guardería. No toma decisiones y simplemente está a la espera del reparto. Para esa clase de hombre la libertad es tener veinte clases de embutidos para elegir".

Tal vez los dos Sistemas, el que produce embutidos y el que elige sus clases, deban detener sus furias con la razón práctica. Lo principal es que no nos detengan con estas oleadas de tragedias del Comunismo en el pasado y nos permitan situarnos con serenidad en el presente a que ahora mismo nos condena el Capitalismo.


jueves, 8 de octubre de 2015

La rapiña cotidiana


Es de sumo interés para el Poder que se agota, como el dar más brillo a las noticias del espectáculo, las buenas guerras que cabe iniciar, el caos que producen los sobresaltos financieros y la prensa amarilla que debe envolverlo todo, romper la fuerza y la unidad de los pueblos. Si la agricultura favoreció la fijación de los territorios a los pueblos y el desarrollo de la navegación y el comercio posibilitó nuevas interrelaciones entre ellos, la ampliación de vínculos a través del gran salto de la economía mundial legitima el mestizaje creciente de pueblos y territorios. Todos esos pasos han tenido sus pros y sus contras, pero ninguno ha enseñado tanto sus contras como el actual imperio del Gran Capital con sus ansias uniformadoras enmascaradas de providenciales derechos individuales para todos. La gran mentira ya es de domino público, pero en su defensa, con abrumador soporte mediático, se implica una destacable cantidad de personas reales que pretenden, en escalera de clases sociales irreconciliables por la disputa de los bienes que ya poseen o a que aspiran, la continuidad, por encima de todo, de los marcos jurídicos de un Sistema elevado a la categoría del más natural existente en la historia. Un Sistema que arrastra a la civilización contra el ser humano y contra la vida. Cualquier iniciativa con futuro para la cooperación fructífera entre pueblos y territorios obligará el fin de ese Sistema.

Es una verdad absoluta que el buen humor y la alegría pueden hacernos más pasajeras las calamidades que sufrimos y nos entreguen las mejores armas para seguir adelante en el empeño por desarrollar plenamente nuestras vidas, pero no es menos absoluto que sólo cuando se pasa de la alegría a la seria y tensa fuerza para defender la vida es cuando, en realidad, puede hacerse posible un cambio de rumbo en los marcos jurídicos de falsas cohesiones sociales que nos cercenan la Nueva Era que se nos acerca.

Resulta una maravilla que haya personas que busquen con ahinco el rostro indivisible de otra persona, de otras personas, y disfruten con la fiesta de reconocer en él todos los paraísos. Todavía el tiempo de la fraternidad, la igualdad y la libertad no se nos ha escapado de nuestras mentes y corazones. Pero algo lo está frenando: que sigamos viviendo con sobrada indiferencia institucional y suficiente impotencia popular el más espeluznante crimen de la miseria, de las enfermedades curables sin solución, de la explotación de los trabajadores, del marasmo educacional, de la desvergüenza de la ética y de la terrible destrucción de la Naturaleza que no nos deja ser hermanos. Todo nos obliga a pensar: ¿existen los pueblos del Primer Mundo o sólo son diversas empresas privadas que negocian la paz o la guerra por un puñado más de monedas? ¿Son la dignidad y el coraje que la sustenta motivos de orgullo o ya esos valores humanos son mercancías a conveniencia? ¿Nos acercaremos a la Nueva Era para cooperar o nos llegará despiadadamente sin contar con nosotros? Hay mucho que hacer en el mundo. Urge la revitalización de todos los pueblos unidos contra el Poder que los aniquila. Si olvidamos esos quehaceres, nada evitará la rapiña cotidiana entre pueblos y territorios esclavizados al Sistema.

lunes, 5 de octubre de 2015

12 de octubre desobediente


En este día de 1492 las tres carabelas de Colón arribaron a Cipango, que no a las tierras de los mayas, los aztecas, los incas, los taínos, los siboneyes y de los tantos otros pueblos que hacían su historia más allá de la tierra plana. Así comenzó el descubrimiento, conquista y colonización con la espada y la cruz de lo que más tarde se llamó América. Por la ley española 18/1987 se argumenta que el 12 de octubre se “inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos” y así van alabándose el día “de Colón”, “del Descubrimiento”, “del Pilar”, “de la Madre Patria”, “de la Raza”, “de la Hispanidad” y finalmente la fiesta por el “Día Nacional de España”. Oscura fiesta que celebra el día en que comenzó el mayor exterminio de estructuras sociales, religiosas, idiomáticas, artísticas y de todo orden para una cultura de paz con la tierra redonda que no conocían los europeos. Con dioses y humanos diferentes a la Cristiandad se apostó por no encontrarse, por no entenderse, por no reconocerse. Todo esto es bastante conocido y lo desconocido siempre alimenta al generador desafío.
Así Cuba inició en 1959 el homenaje a la luz. La isla descubrió los alimentos para transformar la vida. Había nacido otra historia en América Latina. De la estrella solitaria cubana hasta la fundación del Estado Plurinacional de Bolivia presidido por un nativo uru-aimara se engrandece la fraternidad entre los pueblos. En esa república donde la Naturaleza es sagrada, también son sagrados el encuentro, el entendimiento y el reconocimiento. Si los conquistadores del siglo XV sólo podían concebir la gran aventura de su viaje entre tinieblas, los conquistados originarios y mestizos del siglo XXI logran convocar a la épica de la iluminación: la resistencia por un firme acuerdo para el Bien Común.
 
Año tras año y desde 1992, buscando contrarrestar los vítores por los 500 años de un llamado “encuentro de culturas”, se crea entre volcanes el libro de la Agenda Latinoamericana para despertar conciencias allá y aquí. Rápidamente la idea cobra fuerza en el Viejo Mundo. Y si ya es notorio que europeos y españoles busquen esperanzas en América Latina, los catalanes emprenden su proyecto de “ida y vuelta”: cada año comparten con sus hermanos de allende los cielos, la casa, el vestido, el trabajo, la sonrisa y las luchas pendientes. Un viaje que se sustenta en la urgencia de tomar los alimentos sagrados. Si eso es posible tan lejos de nuestros campos de labranza, ¿cómo no imaginar que entre nuestros cultivos también se dan manjares de estrellas? Si en los pueblos de España y de Europa no se descubren esas luces, nada ni nadie podrá impedir el inicio de la desobediencia a la oscuridad.


sábado, 3 de octubre de 2015

Con una organización como la CUP


Debemos estar muy alertas: resulta urgente cuidar y cuidar mucho, muchísimo, a la CUP. No están por dinero, ni por banderas ni por las poltronas de la Política. Están por fraternidad. Al fin los que nunca han contado para decidir nada empiezan a contar para decidirlo todo. Cuando una organización política va contra un Sistema que desperdicia o maltrata la sabia ternura de los viejos, que ahuyenta o consume sin escrúpulos el ímpetu estremecedor de los jóvenes y que educa en la más cínica competencia religiosa la gracia de los niños para que repitan el ciclo de la resignación en la juventud y en la vejez, esa organización es indispensable para cualquier país que ame a su gente. Una organización así puede estar iniciando el tiempo real de la victoria donde ni el dinero ni las banderas ni las poltronas decidan la sabiduría, el ímpetu y la gracia de la vida que, por suerte, nos persigue amablemente a todos.

El debate reside en si la mayoría de los habitantes de Catalunya están listos para entender esa organización y si los ya preparados entienden que sin la solidaridad de otros pueblos apenas se disfrutará de un segundo del tiempo real de la victoria. Porque la victoria de la patria puede amarse con la tierra que se cultiva, con el canto compartido y con la valentía que se ejerce decidiéndola, pero el tiempo real de la victoria sólo puede existir en la esperanza fraternal con otros cultivos diferentes, otros cantos entre iguales y otras valentías en libertad. ¿Quién ha pensado que la independencia de Catalunya podrá hacerse para tener más y más Primer Mundo y para colocar las alambradas de Melilla frente a Valencia, Aragón y las Islas? Si la independencia de Catalunya no le dice nada nuevo al mundo, el mundo no le dirá nada nuevo a Catalunya. En pleno siglo XXI, viviendo en el bochornoso espectáculo capitalista del consumismo, el derroche y la glamurosa caridad con los desfavorecidos, galopar junto a una globalización deshumanizadora imposibilita enamorarse de cualquier victoria.

Por estos caminos del cielo o del infierno andamos los catalanes con una organización como la CUP, plena de tierno, impetuoso y gracioso patriotismo. Ojalá nadie le perturbe sus sueños. Son los de todos los que agradecemos día tras día el tiempo para vivir. Ahora la CUP analiza los pasos de nuestra imaginación. Los llamados radicales sin causa han pasado a ser la causa radical del poder. ¿Quieren algunos independentistas que la voz que más conmueve al abrazo quede petrificada con la victoria? ¿Acaso no piensan en el tiempo real donde aman nuestros viejos, jóvenes y niños? Ojalá que aquellos que están presionando e insultando a la CUP, en vez de ayudar y cooperar a la certeza del camino a la vida, sepan disculparse y salgan de una vez del rápido segundo donde reposan sus amores a Catalunya.