lunes, 20 de julio de 2015

El nada poético ni conmovedor ejercicio del combate entre las izquierdas


Los que por estos días leemos “El Singular.cat” hemos visto cómo empieza a desplegarse la horrenda bandera del fratricidio. No sabemos si el izamiento responde a “modelos de país”, “réditos electorales” o a la infinita batalla en que las izquierdas se desintegran por la “magnífica” trampa que le tienden las derechas. No sé quién empezó primero, pero da igual, deberíamos negarnos a esta lid. Leímos que la CUP se desmarcó de la lista unitaria de CDC y ERC y rechazó una Confluencia de Izquierdas. Leímos que Podem, ICV, EuiA, y posiblemente Procés Constituent, presentaban su Manifiesto para una candidatura llamada Catalunya Sí que es Pot. Leímos que Dolors Camats, de ICV, declaraba que “se nos hace difícil creer que la función de la CUP sea garantizarle a Mas la Generalitat”. Leímos que Antonio Baños, de la CUP, descalificaba “amablemente” todas las propuestas de Catalunya Sí que es Pot como “la candidatura de la marmota”. Y a todos nos da vueltas la idea de “hacer una candidatura desde abajo y ciudadana.” ¿Eso no es el grito de la CUP, ICV, EUiA, Procés Constituen y Podem? ¿Estas organizaciones políticas responden a los de arriba? ¿Qué poesía queremos hacer?

Bien sabemos que ni la CUP, ni ICV, ni EUiA, ni Procés Constituent, ni Podem son fuerzas que apoyan al Sistema Capitalista y sus grandes poderes económicos, ni al TTIP, ni a la OTAN, ni a la UE que nos asfixian como sí lo hacen la derecha catalana, la griega, la española y la europea. ¿Por qué entonces nos cargamos con municiones para saber el alcance que tienen entre nosotros mismos? Bien sabemos que la lista unitaria de CDC y ERC nos plantea un ejercicio de exclusividad “independentista” que deja, como en un limbo del Poder que surja, la lucha contra la marginación social que nos ha impuesto la concepción del mundo en triunfadores y perdedores. Bien sabemos que la exclusividad independentista no se aviene a los caminos de la Izquierda que quieren recorrer, aunque de forma separada, la CUP y Catalunya Sí que es Pot.

Entonces, dejémonos de absurdas diatribas contra nuestros propios principios de hermandad y centrémonos en lo que realmente necesitamos en las próximas elecciones catalanas: que gane el SÍ a las ansias populares para decidirlo todo que defienden la CUP y Catalunya Sí que es Pot. E imaginemos que si -como repitió Baños en su artículo- “la política es el arte de lo posible”, toda poesía y conmoción son válidas para estimular las ansias de los pueblos. Y si es así, Pablo Iglesias con PODEMOS, gústenos o no, nos entrega la razón más cercana en estos tiempos que corren.

“En fin, Serafín”, de cuestiones poéticas y conmovedoras nadie está exento y de lo que se trata es de ver cómo salen los pueblos, en Catalunya, en España, en Grecia y en Europa, de la mejor manera posible en esta lucha desigual contra el Poder Dominante. Urge empezar a edificar, o a aprender a resistir, en los sacrificios que contiene la idea de UNA VIDA DIGNA EN COMÚN entre catalanes, españoles, griegos y europeos que es, en definitiva, lo que queremos casi todos.


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