A muchos de los que participamos en el 9N nos faltan respuestas. No
tenemos claro si de verdad las elecciones del 27S son autonómicas o
plebiscitarias. Cuando se presentó la lista Junts pel sí, Romeva
dijo que no estaba claro que Mas sería el president si ganaban las
elecciones, pero rápidamente fue rectificado: “eso está muy
claro, Mas será el president.” Se trata de un pacto entre CDC y
ERC donde estas dos formaciones lo acordaron además de que el 60% de
los escaños lo ocuparían miembros de CDC y el 40% restante serían
para ERC. Ahora el propio Romeva lo aclara después de asimilarlo muy bien al escuchar a David Fernández, el histórico de la CUP: "el proceso a la independencia no le pertenece a nadie, es del pueblo". Esta es la cuestión. Todos somos el príncipe Hamlet con su ser o no ser, y hasta que ese principio no lo asuma el pueblo cabalmente, de muy poco nos serviran las estimulaciones de Mas a pensar que Catalunya está en Dinamarca.
Por estos días el cantautor Lluis Llach, el de la notable “estaca”
por el cambio y gran admirador de la CUP, aparta sus preferencias
independentistas y lo ve todo más claro presentándose con Junts pel
sí porque, según ha dicho refiriéndose a PODEM, “las izquierdas
me han engañado muchas veces”. ¿Y las derechas, qué te han
hecho, Lluis? Hasta ahora entendíamos que las derechas buscan que
imperen en Catalunya sus negocios en Andorra, con la única
diferencia que ahora tú las acompañas. ¿Mas y CDC son conversos?
Todo es posible, pero, ¿podrían también convertirse al
espiritismo? No creo que la independencia sea irracional, pero si
ello se manifiesta en estos días temperamentales con tu canción,
mis respetos, eres el autor, pero muchos la seguiremos cantando a
pesar de tus legítimos derechos.
En casi todas las entrevistas en nuestro territorio y en todo el
Estado Español preguntan a las distintas formaciones que se
presentan en estas elecciones qué pasará el 28S y hay un arco iris
de respuestas. Los candidatos y simpatizantes de las listas de Junts
pel sí y de la CUP no muestran muchas dudas: “el proceso a la
independencia es imparable”. “Sí, pero, ¿cómo?”, les
insisten. Aquí también tenemos otro arco iris de respuestas,
excepto la CUP, que sí lo tiene muy claro. Antonio Baños, en
conversación de ayer 19 de agosto para l'entrevista de l'estiu en
TV3, dijo que “no sólo nos enfrentaremos a España, sino también
a la Troika y eso se hace desobedeciendo todas las injusticias que
quieran imponernos.”
En el mismo espacio catalán dice hoy el portavoz de ERC Sergi Sabrià
que “la candidatura de Junts pel sí es representativa del país y
se ha hecho para un momento excepcional, porque está formada por
gentes que vienen de múltiples posiciones, incluso de la extrema
izquierda, pero que todos sabemos que si no conseguimos ser un nuevo
país nunca tendremos las herramientas para hacer las políticas que
buscamos en el ámbito social, la educación, la sanidad, las
pensiones y tantas otras que la gente de Catalunya no puede seguir
esperando”. Y agrega que en el programa acordado entre ERC y CDC
“se prioriza esa justicia social que en un gobierno de
concentración se echará adelante”. Habría que preguntarle si con
el 40% de los escaños correspondientes a ERC podrán aprobarse esas
prioridades para el día a día después de las elecciones ante el
60% de los escaños en manos de CDC, un partido que nunca ha sido
portador de tales prioridades y que para cumplir las suyas, como es
normal, podría juntarse de nuevo con UNIÓ y con el PP y con el PSOE
y hasta con C's si lo cree pertinente para el orden público.
¿Cantará Hamlet su estaca con ERC, con la CUP y con Catalunya Sí
que es Pot?
Si la justicia social, incluida la independencia de Madrid y de
Bruselas, no la cantan los más necesitados de ellas, como hasta
ahora en las tantas vías reivindicativas que hemos hecho, el barullo
que nos espera en el próximo Parlament será histórico y sólo
dependerá de la honra de la gente el cambio de la Historia. Si en
Catalunya hay estacas tendrán que ser necesariamente del pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario